Ya es viernes y nos preparamos para el fin de semana, para ello nada mejor que preparar un exquisito postre bajo los parámetros de la cocina fusión, bien sea para comer en casa o compartir con amigos en una fiesta, ésta receta será de esas en las que los comensales siempre quieren más.
Ingredientes:
Para la base de chocolate:
125 gr. de harina
30 gr. de cacao en polvo
2 cucharadas de azúcar
1/2 cucharadita de sal
2 cucharadas de aceite de girasol
55 gr. de mantequilla sin sal fría
3 cucharadas de agua muy fría
Para el curd de pomelo:
240 ml de jugo de toronja
100 gr. de azúcar
1 cucharada de ralladura de toronja
70 gr. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
2 huevos
2 yemas de huevo
1/8 cucharadita de sal
Para el puré de fresas:
175 gr. de fresas sin pedúnculo, lavadas y secas
1 cucharada de maicena
Preparación:
Para la base de chocolate:
En un bol, mezclamos la harina, el cacao y la sal.
Añadimos el aceite y removemos hasta que quede una mezcla como arena.
Echamos la mantequilla partida en láminas pequeñas y con los dedos, vamos mezclando con la harina hasta que tengamos una masa arenosa.
Añadimos 2 cucharadas de agua fría y removemos con las manos hasta que la masa se una por sí misma. Si vemos que se nos separa, añadimos otra cucharada más de agua y volvemos a mezclar. La masa tiene que quedar suave y que no se pegue. (Yo le puse 3 cucharadas. Es posible que incluso tengas que añadir alguna cucharada más de agua).
Formamos una bola y la envolvemos en papel de plástico. La metemos en el frigorífico durante 1 hora.
La sacamos y la estiramos en forma de rectángulo. La doblamos en forma de cartera, es decir, un tercio sobre el tercio de en medio, y el tercio sobrante sobre el anterior.
Estiramos otra vez con el rodillo y repetimos tres o cuatro veces más.
Guardamos de nuevo en el frigorífico envuelto en papel de plástico durante unas dos horas mínimo.
Encendemos el horno a 200 ºC, calor arriba y abajo, sin ventilador.
Sacamos y volvemos a estirar en forma de rectángulo según el tamaño del molde. (El mío era de 12×36 cm).
Ponemos la masa sobre el molde y vamos ajustando los bordes para que quede bien pegado y coja buena forma.
Con un tenedor, pinchamos toda la superficie y los laterales.
Metemos en el horno durante una media hora hasta que veamos que está hecho, sacamos y dejamos que se enfríe completamente antes de rellenar.
Para el curd de toronja:
El curd de toronja tenemos que prepararlo el día antes para que cuando lo usemos esté espeso.
En una olla, calentamos el jugo de toronja hasta reducirlo casi a la mitad. Reservar.
En un bol, mezclamos el azúcar con la ralladura de toronja con las manos para que tenga mucho sabor.
Añadimos la mantequilla y batimos hasta obtener una crema esponjosa.
Echamos los huevos y la sal hasta que estén bien mezclados.
Añadimos a la crema el jugo de toronja sin dejar de batir. Lo pasamos a una y lo calentamos a fuego medio, sin dejar de remover hasta que espese.
Apartamos del fuego, ponemos en un bol, tapamos con un papel de plástico que toque la superficie y dejamos que se enfríe completamente para proceder a colocarlo en el refrigerador hasta el día siguiente que hagamos la tarta.
Para el puré de fresas:
Batimos las fresas hasta hacerlas puré y las pasamos por un colador.
Ponemos el puré en una olla y le añadimos la maicena*. Removemos bien hasta que esté homogéneo.
Añadimos el curd y mezclamos bien.
Calentamos un poco hasta que la mezcla esté más espesa.*Mi curd no quedó muy espeso por eso le añadí maicena con las fresas. Si cuando ustedes lo hagan les queda bien espeso entonces no agreguen la maicena.
Montaje y decoración:
Rellenamos la tarta fría con el curd de pomelo y fresas.
Dejamos enfriar un poco en la nevera y decoramos con frutas.
Podemos guardarlo en la nevera pero no decorarlo hasta que lo vayan a servir.
¡A disfrutar!