La catástrofe afecta a más de 2 millones de personas en 10 provincias, de las que unas 30.000 ya han contraído enfermedades relacionadas con aguas estancada, según el Ministerio de Sanidad.
La agencia nacional para la mitigación de desastres naturales indicó que las inundaciones, aunque son menores que en días pasados, todavía anegan zonas de las provincias de Krabi, Nakhon Si Thamarat y Surat Thani y unas 40.000 personas están albergadas en los centros temporales de acogida.
El transporte ferroviario permanece suspendido en la mayor parte de las provincias afectadas, donde el Ejército ha movilizado a unos 10.000 soldados para participar en las tareas de reconstrucción y distribución de ayuda entre los damnificados.
El jefe del Ejército, general Prayuth Chanocha, declaró a la prensa antes de desplazarse al sur que los militares han establecido en nueve provincias centros de operaciones con mando sobre regimientos de ingenieros de 800 efectivos cada uno provisto de maquinaria pesada.
En las tareas de evacuación, incluida la de cerca de un millar de turistas de varias islas del golfo de Siam, participaron buques de la Armada, entre ellos el portaaviones Chakri Naruebet, construido por astilleros españoles a mediados de la década de los años 90.
Las imágenes de la televisión local han mostrado durante toda la semana escenas de caos con riadas que arrastran palmeras y tejados de casas, mientras decenas de puentes se han caído y han dejado mucho distritos incomunicados.
Estas inundaciones generadas por los persistentes aguaceros han ocurrido durante la que por lo habitual es en Tailandia, la época más seca y calurosa del año.