La Verdad – Daniel Villalobos – Maracaibo
Luego de la victoria de los maracayeros, que los catapultó a la final, entre algunos jugadores de Tigres y algunos fanáticos del Caracas se presentó un “toma y dame”, que trajo nuevamente al tapete el tema de la violencia en los estadios.
Un gesto obsceno de Giménez encendió a una enardecida fanaticada caraquista, que envió al terreno una botella de cerveza, que se estrelló en la cabeza de Anthony Izaguirre, personal de seguridad de los Tigres. A Izaguirre le suturaron el rostro con 100 puntos.
“La Liga considera que algunos peloteros y algunos fanáticos no actuaron bien y que hubo fallas de seguridad”, dijo el presidente del organismo, José Grasso Vecchio. “Estamos trabajando en asegurar que algo así no ocurra jamás en alguno de nuestros parques”.
Las suspensiones a los jugadores entrarán en vigencia para la próxima temporada, lo que los mantendrá en play durante la final, y apelarán la medida con la intención de rebajar o anular la decisión. Los melenudos sí deberán cancelar el monto de inmediato, que se donará a una beneficencia seleccionada por la LVBP.
“Cuando me preguntan qué siento por lo que pasó, sin duda tristeza, rabia y vergüenza”, siguió el mandamás de la liga, quien considera que el castigo “moral”, pesa más que cualquier suma monetaria o suspensión.
Rapaz
A razón de un altercado con un árbitro, el coach de picheo David Rosario fue suspendido por dos temporadas de la LVBP, la sanción más rígida que aplicó ayer el ente peloteril. Las Águilas del Zulia tienen intenciones de apelar la medida y traer de regreso al instructor para la 2011-2012.