Salas Feo fue convocado para asistir este lunes ante los legisladores carabobeños para que explique el destino de los recursos asignados para ser invertidos el año pasado así como las razones por las cuales, a juicio de la bancada oficialista, «adulteró» las cifras que por concepto de situado constitucional tiene presupuestada esta entidad federal para el 2011.
La situación violenta no pudo ser controlada por los miembros de un piquete de la Guardia Nacional conformado por una docena de efectivos asignados al lugar donde se concentraron cientos de personas divididas en dos grupos que solo se diferenciaban por el color de las franelas (rojas y amarillas) que vestían.
La comparecencia de Salas Feo fue pautada para las 10:00 a.m, pero los seguidores de ambos bandos comenzaron a reunirse desde temprano, y alrededor de las 11:00 a.m repentinamente, cuando trascendió la información sobre la llegada del Gobernador, dio inicio el intercambio de golpes entre ambos bandos, dentro y fuera de la sede del Legislativo.
El Gobernador nunca llegó
A pesar de que el presidente del Parlamento regional, Miguel Flores, hizo un llamado a la calma a través de los altavoces, el pedimento no fue atendido y la situación se prolongó hasta pasadas las 12:00 del mediodía.
En el Salón de Sesiones los presentes se lanzaban sillas y se proferían insultos mientras que los diputados abandonaban el recinto. Varios militantes de los partidos políticos en conflicto manifestaron haber recibido golpes en la cabeza y en otras partes del cuerpo, producto de los objetos contundentes que fueron lanzados por el aire.
El presidente del Consejo Legislativo de Carabobo, Miguel Flores, manifestó que los carabobeños esperaban la llegada del gobernador Salas Feo pero como éste no llegó al recinto los legisladores de Proyecto Venezuela se retiraron y eso alteró los ánimos de los presentes.
Por su parte la diputada por Proyecto Venezuela, Karelly Lizarraga, calificó el hecho como un sabotaje propiciado por grupos oficialistas, razón por la cual el Gobernador se vio obligado a abandonar el recinto ante la ola de violencia generada por personas vestidas de rojo que lanzaron sillas contra los partidarios de la tolda amarilla, lo que calificó como una acción para amedrentar al mandatario regional.