Más de un millón de personas están perjudicadas por esta situación que puede «agravarse más» si no llegan las esperadas lluvias en mayo y junio, advierte Granma, órgano oficial del gobernante Partido Comunista cubano.
Con un déficit de 519.307 metros cúbicos por día en la ciudad, algo más de cien mil habaneros solo reciben agua a través de camiones cisterna, lo que representa, según el periódico, un «elevado costo» para la deprimida economía nacional.
La situación tiene su origen en la sequía y en la escasez de precipitaciones, pero se agrava por el deterioro de las redes de abastecimiento: un 70 por ciento de los 3.158 kilómetros de tuberías que tiene La Habana se encuentra en mal estado y provoca que se pierda parte del agua bombeada desde los embalses.
Otro factor negativo es «la falta de cultura de ahorro de agua» y que «la actitud de derroche continúa» a pesar de esta situación y de las multas impuestas sobre todo a los organismos públicos despilfarradores.
Aunque en los últimos tres meses se ha reducido el número de «sobreconsumidores» hídricos «persiste en determinados organismos la tendencia de no establecer medidas dirigidas a frenar el despilfarro, una situación que saca a relucir la irresponsabilidad y la falta de sensibilidad de directivos ante la carencia de agua en la capital», denuncia el periódico oficial.
Entre los «grandes dilapidadores» de agua, Granma apunta a organismos como el centro turístico Marina Hemingway o el Palacio de las Convenciones, lugar habitual de celebración de grandes eventos y congresos.
Granma recuerda que el Gobierno cubano ha destinado una «millonaria» inversión -cuyo monto no precisa en su nota- para diversas obras encaminadas a prolongar el funcionamiento de las fuentes de agua deprimidas y mejorar la distribución de agua.