Tradicionalmente las langostas se han venido colocando vivas en agua hirviendo para cocinarlas, ante ello se ha establecido que antes deberán ser aturdidas, en el marco de una revisión de su legislación en materia de protección animal.
“Los crustáceos vivos, incluida la langosta, ya no podrán ser transportados sobre hielo o agua helada. Las especies acuáticas deben mantenerse en su entorno natural. Desde ahora los crustáceos deben ser aturdidos antes de matarlos”, señala la normativa aprobada por el Gobierno suizo este miércoles y que entrará en vigor en marzo.
La legislación también busca acabar con las granjas ilegales de cachorros, prohibir los dispositivos automáticos que castigan a los perros por ladrar, explicitar las condiciones para sacrificar animales enfermos o heridos y responsabilizar a los organizadores del bienestar animal en eventos públicos.
La reforma de la normativa suiza llega después de que en Italia un tribunal dictaminara en junio que las langostas no deben mantenerse vivas en hielo en los restaurantes porque supone un sufrimiento injustificable antes de que se las mate para la alta cocina.