Según el servicio meteorológico (Pagasa), “Nalgae”, que se ha ido debilitando a medida que avanzaba por el norte de la isla de Luzón, abandonará hoy definitivamente el territorio filipino, después de arrasar ayer varias provincias con vientos sostenidos de 160 kilómetros por hora y rachas de hasta 195 kilómetros por hora.
El Centro de Prevención de Desastres confirmó que “Nalgae” ha causado la muerte a un hombre de 35 años en la provincia de Benguet, al norte, y a otras dos personas de las que no se han facilitado información, mientras que aumentó a 52 el número de fallecidos por el “Nesat”, que golpeó al norte del país el pasado martes.
La cifra oficial de víctimas aumenta paulatinamente a medida que los equipos de rescate acceden a las zonas más afectadas y que se restablecen las comunicaciones en las áreas más aisladas por las inundaciones.
Al menos 25 de los fallecidos son menores que al igual que el resto de víctimas perecieron ahogados, golpeados por árboles derribados por el vendaval, sepultados por desprendimientos de tierra o electrocutados.
Los equipos de rescate tienen previsto reanudar hoy su actividad para buscar a los 30 desaparecidos y para evacuar a las miles de personas aisladas por las inundaciones.
Según la televisión filipina, muchos de estos afectados se niegan a ser evacuados por miedo a que sus casas sean saqueadas en su ausencia.
Cientos de personas siguen atrapadas en los tejados de sus viviendas en la localidad de Calumpit, al norte de Manila, donde varios municipios siguen completamente anegadas y los campos de arroz cercanos son un inmenso lago.
Al menos 162.000 personas siguen siendo atendidas en los centros de evacuación provistos por el Gobierno y otras 325.000 también han tenido que abandonar sus hogares y refugiarse en casas de familiares y amigos.
Aunque el tifón “Nalgae” abandonará hoy el país, el servicio meteorológico advirtió de que las lluvias continuarán y los efectos se seguirán notando durante días con riadas y aludes en las laderas de las montañas, ya que la tierra está saturada y ya no puede absorber más agua.
Además del desastre humano, “Nesat” ocasionó un coste de 6.690 millones de pesos (114 millones de euros o 153 millones de dólares) mientras las autoridades siguen recabando datos para conocer los daños causados por “Nalgae”.
Entre 15 a 20 tifones visitan Filipinas cada año durante la estación lluviosa que, por lo general, comienza en mayo y concluye en noviembre.
Los expertos de las agencias internacionales identifican el chabolismo como el principal factor del gran número de víctimas que causan en Filipinas los desastres naturales y que evidencian el mal estado de las infraestructuras.