Inicialmente informó de dos temblores simultáneos, aunque minutos después ese organismo corrigió sus datos y detalló que el terremoto tuvo lugar en el mar a 28,5 kilómetros de profundidad y a unos 96 kilómetros al noroeste de San Juan y 56 kilómetros al norte de la localidad de Hatillo.
El temblor, uno de los más intensos de los que se tiene registro en la historia reciente de Puerto Rico, tuvo lugar a las 00.01 hora local (04.01 GMT) del lunes, tan sólo un minuto después de que se acabara el día en que se cumplían cuatro años del devastador terremoto que dejó unos 300.000 muertos en la cercana Haití.
De hecho, el sismo se generó cerca del límite de la parte norte de la placa del Caribe, la misma que causó el de Haití.
Por el momento no se ha informado de daños de importancia y en las emisoras locales las autoridades se limitaban a llamar a la calma y a insistir en que se descartaba la posibilidad de que se produjera un tsunami. Además, recordaban que sería normal que se produjeran réplicas.
Aunque el Servicio Nacional de Meteorología de EE.UU. (SWN, en inglés) descartó que haya peligro de tsunami, ha sido activado en Puerto Rico el protocolo de emergencia ante terremotos.
En pleno corazón de San Juan, la capital de la isla, los inmuebles temblaron y se pudo ver a residentes y turistas salir al exterior de los edificios alertados por el temblor, que dio dos sacudidas.
Aunque los temblores de tierra son relativamente frecuentes en Puerto Rico, no es tan habitual que sean de suficiente intensidad como para notarse.
En los últimos siete días se han registrado en la isla 27 temblores, 145 en el último mes y 936 en el último año.
Minutos después del temblor de hoy, que se prolongó por unos diez segundos, las redes sociales se inundaron de comentarios que daban muestra de que se notó en toda la isla.
“Estaba en la puerta y pensaba yo que me sentía mal, que estaba mareado. Me he separado de la mesa de la recepción y ahí mismo me he dado cuenta de que era un terremoto”, relató a Efe Juan Otero, de 28 años y vigilante de seguridad de una comunidad de vecinos situada a la orilla del mar.
Según explicó, su primera reacción “fue mirar las cámaras de seguridad pensando en que pudiera ver entrar agua de un tsunami, porque en ese caso tendría que dar la alarma”. De hecho, algunos vecinos del inmueble se montaron de inmediato en sus automóviles para alejarse de la costa por temor a que se produjera ese fenómeno.
“Es la primera vez que siento un terremoto estando sobre el suelo, porque alguna vez antes lo he notado estando en un carro, y sin duda ha sido el más fuerte”, añadió Otero, quien recibió varias llamadas de vecinos alertados.
En la vecina República Dominica el temblor se ha llegado a sentir en la propia capital y la norteña ciudad de Santiago, la segunda en importancia del país, y en las zonas turísticas de Punta Cana y Bávaro.