Si te gusta jugar póker o tienes curiosidad por empezar a aprender sobre este divertido juego, has llegado al lugar correcto. Hoy te daremos tres consejos esenciales para que puedas mejorar tu estrategia y aumentes tus posibilidades de ganar las partidas.
Ya seas un jugador con cierta experiencia o apenas te estés iniciando, lo ideal es que comiences poco a poco para que así te habitúes a cómo funciona y puedas formar un estilo de juego. Si solo tienes la opción de practicar con gente con un nivel muy alto o simplemente no tienes con quién hacerlo, jugar poker online siempre es una gran alternativa. Recuerda: ningún profesional de esta disciplina se hizo de la noche a la mañana: ¡la práctica hace al maestro!
Conoce bien el juego
Nuestro primer consejo puede resultar un poco obvio, pero es que es necesario recalcarlo: apréndete la estructura del juego. Uno puede ser el mejor encestando balones de basquetbol o pateando la bola de fútbol como nadie, pero si no tienes conocimiento de las reglas, la estrategia y la esencia del juego, nada de lo anterior te va a ser de utilidad.
Comienza memorizándote las diferentes manos que puedes formar como Royal Flush, Full House, pares, etc. Es un error común de los jugadores principiantes conocer solo algunas opciones de manos, lo que los lleva a perder juegos cuando tenían las cartas para ganar. Aprender las posiciones no solo te ayudará a armar un mejor juego, sino también a poder predecir –en cierta medida– el de tus contrincantes. ¡De eso hablaremos en el siguiente punto!
Pon atención a tus contrincantes
Una vez que ya tengas memorizadas las reglas y las manos que puedes formar durante una partida de póker, pon atención a las posiciones y a lo que hacen el resto de los jugadores. Es un consejo que para un profesional puede resultar obvio, pero seguro que más de un novato ha cometido el error de nunca levantar la cara para ver el comportamiento de sus rivales.
Te ponemos dos ejemplos opuestos. Por un lado, imagina que uno o varios de tus contrincantes pasa rápidamente, dando señal que no tienen una mano muy fuerte. En este momento es cuando puedes echar a andar tus dotes histriónicos y aplicar el “bluff”, sin importar cuáles son tus cartas. Ahora bien, si después de varias rondas, uno de los jugadores ha demostrado solo apostar o seguir cuando tiene manos muy competitivas, ¡cuidado! Estás ante un contrincante que juega a la segura y que rara vez aplicará el “bluff”.
No te precipites
Este es un consejo amplio que aplica a varios momentos del juego. Primero, nos referimos a tener paciencia y ser mesurado desde el inicio. No deseches una mano solo porque no es estrictamente fuerte o porque crees que el resto de los jugadores de la mesa tienen unas mucho mejores que la tuya. Y tampoco te abalances bluffear sin ton ni son, pensando que vas a intimidar a todos. Espera a ver lo que hace el resto de la mesa para así recopilar toda la información posible.
Y, segundo, no precipitarse también tiene que ver con romper con la idea de sentir la obligación de jugar con todas las manos. Es un error constante que lleva a muchos jugadores de póker a perder fichas innecesarias solo por estar en todas las partidas. Piensa con la cabeza fría antes de hacer un movimiento y toma la mejor decisión para tus cartas y para tu situación en ese momento del juego. Un buen jugador, aunque vaya liderando la partida, sabe cuándo pasar y cuándo ir agresivo.
Usa el turno a tu favor
Usar el turno que te toque en la mesa a tu favor también es una gran estrategia para manejar bien tu mano. Por ejemplo, si te toca comenzar, puedes poner algo de tensión si decides aparentar una mano muy potente. Sería el equivalente a ser el primero en patear durante una tanda de penaltis en el futbol porque, siempre es mejor ser el primero, ¿no?
Puede que sí, aunque el escenario opuesto tampoco está mal. Bien dicen el refrán popular que “el que ríe al último, ríe mejor”, y en el póker, esto no es la excepción. Una vez que hayan pasado todos los jugadores, serás quien haya podido observar cada gesto, cada movimiento y cada titubeo. Al final, esa otra frase también famosa de tener “un as bajo la manga” habla de sorprender y cerrar con broche de oro… ¡y claro que aplica al póker! Manejar los tiempos y utilizar los turnos para tu ventaja te acercarán a la victoria.