Los empleados declararon que el hospital carece de camiones cisterna que los surta a diario. Dianela Parra explicó que la falta de agua y de detergentes en los centros de salud, incrementa las infecciones interhospitalarias.
Ayer cumplió cuatro días recluída en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital Chiquinquirá una paciente, luego de que ingresara para que le practicaran una cesárea. «Todos los días salgo a comprar agua, porque los médicos me piden un litro para limpiar a mi familiar. Aquí no hay agua para nada. El único baño que hay no se puede usar de lo sucio que está», declaró el acompañante de la dama, quien solicitó preservar su identidad.
Sentada en uno de los asientos de visitantes de la UCI, estaba una madre llorando por el estado de salud de su hija, a quien han intervenido ocho veces en cuatro días, a causa de una infección producida por muerte fetal. Sus acompañantes transportan desde su hogar garrafas y botellas con agua hervida para las intervensiones y las curas que amerite la dama.
La Milicia Bolivariana resguarda los pasillos y las entradas del hospital. Los corredores se conservan limpios, pero los baños pagaron las consecuencias de la crisis de sequía. Las heces en la sala sanitaria del cuarto piso sobrepasan la cantidad de agua que tiene el inodoro, los lavamanos no tienen grifos y la pestilencia alcanza sus alrededores. Los baños de la emergencia pediátrica y la de adultos están clausurados, al igual que los de los visitantes del piso tres.
Un trabajador del Chiquinquirá comentó que cuando hay agua potable en los tanques, los encargados de mantenimiento abren dos y en ocasiones, tres veces al día, la llave que abastece el hospital, para que llenen las pipas de agua. «No tenemos camiones cisterna que nos surtan directamente. Cuando los llaman de la Basílica -justo al lado-, aprovechamos para que abastezcan de una vez el hospital».
Prbolema de salubridad
Dianela Parra, presidenta del Colegio de Médicos del Zulia, indicó que los agentes contaminantes intervienen en la salubridad de las áreas de los centros asistenciales. «La falta de agua y de los detergentes incrementa las infecciones interhospitalarias, siendo los hospitales principales focos de contaminación. Si no hay asepsia o fumigación, no hay un ambiente propicio en el pabellón, quirófanos, laboratorios o unidades de observación». Recordó que el Gobierno debió tomar las previsiones para evitar estas situaciones en los recintos de salud.
Los empleados denuncian que quienes requieran una placa deben esperar que lleguen dos o tres pacientes, con la misma solicitud, para que activen el bombeo de agua que surte la máquina de radiografías. «Para cualquier cirugía, los pacientes tienen que traer su botellón de agua, como sucede, por ejemplo, en la sala de parto», señaló el empleado. Informó que los baños del área de hospitalización están disponibles y «se les da bomba, cuando hay agua».
Mario Fuentes, usuario del centro, manifestó su disgusto con las condiciones en las que están las salas sanitarias. «No es posible que uno trae a su familiar y no podemos usar el baño, porque está sucio. Esto es un foco de contaminación».
Instó a la directiva del hospital a atender la crisis. «Debería haber camiones que surtan todos los días el centro de salud».
En el segundo piso, hay un solo retrete disponible para los visitantes y los pacientes de las emergencias del hospital