Seis de los restaurantes más insólitos del mundo.
Siempre es emocionante probar algo diferente; algo que estimule tanto nuestra vista como nuestro paladar, y aunque ya tengamos nuestra lista de restaurantes favoritos, es bueno probar algo nuevo de vez en cuando.
Aunque novedad no siempre significa calidad, y un buen ejemplo de esto es el célebre Salt Bae, famoso en las redes sociales por sus elaboradas técnicas culinarias, pero considerado uno de los peores restaurantes.
Pero este no es siempre el caso, y hoy veremos seis de las opciones gastronómicas más extrañas y novedosas del mundo que han logrado cautivar a miles de comensales.
Un restaurante sobre una roca gigante
Existe un restaurante ubicado sobre una roca enorme frente a la costa de la hermosa isla de Zanzíbar al que solo se puede acceder en barco. Una vez allí, se suben unos escalones de madera para tomar asiento en una de las mesas con increíbles vistas a las aguas cristalinas a su alrededor.
Y aunque en un lugar tan espectacular, la comida podría pasar a segundo plano, al parecer, también es increíblemente sabrosa, o eso se deduce de las numerosas opiniones positivas del lugar.
Para encontrar este sitio es necesario resolver un acertijo
La Sala Enigmatium de Barcelona entrega un acertijo para descubrir su ubicación unos días antes de la reserva; si el comensal lo resuelve, enhorabuena: ¡podrá comer! Si no, por desgracia, tendrá que buscar otro sitio para cenar.
Aunque suene extraño desde el punto de vista comercial, esto en realidad aumenta el atractivo del restaurante. Todos los comensales salen con la satisfacción de saber que, por haber estado allí, no solo han utilizado el estómago, sino también el cerebro.
La comida viene acompañada de más acertijos que resolver, lo que implica interactuar con otros comensales y formar parte de una emocionante experiencia en directo.
El restaurante también prohíbe los teléfonos inteligentes y otros dispositivos, un aspecto bastante positivo en la era de las redes sociales y los casinos en línea; de esta manera, los clientes pueden centrarse en el ahora y disfrutar el momento.
Cenas bajo el mar
El restaurante Ithaa del complejo turístico Conrad Rangali, en las Maldivas, es el lugar perfecto para los amantes de la comida de mar.
Con capacidad para un máximo de 14 comensales, el restaurante se encuentra al pie de una escalera de caracol que desciende unos cinco metros bajo el agua hasta un tanque construido expresamente para ofrecer vistas de primera clase de la vida acuática que lo rodea.
El Ithaa es una experiencia única en la vida para los amantes del mar, donde es posible ver nadar todo tipo de peces y maravillarse con el arrecife cercano mientras se disfruta de un buen vino y sabrosos platos.
Un restaurante junto a una cascada
El restaurante Labassin Waterfall ofrece a sus comensales la posibilidad de comer contemplando una hermosa cascada que salpica a pocos metros de las mesas.
Situado en la ciudad filipina de San Pablo, el restaurante sirve cocina local en mesas de bambú y suele ofrecer espectáculos de música y danza tradicionales en directo para entretener a los comensales.
Aunque solo abre a la hora del almuerzo, es un excelente refugio contra el calor veraniego gracias al efecto de aire acondicionado natural que produce la cascada, una excelente opción para refrescarse en medio de un día ajetreado mientras se prueban algunos de los mejores platos filipinos.
Un restaurante en la copa de un árbol
En el restaurante Bird’s Nest del Soneva Kiri Eco Resort, en Tailandia, la comida se lleva en tirolesa porque las mesas están situadas a cinco metros del suelo, en la copa de un árbol.
Esta experiencia gastronómica única permite disfrutar de unas vistas espectaculares y del suave movimiento de las ramas y las hojas al compás de la brisa. Además, dicen que su comida es excelente.
El lugar donde se come en un retrete
Esta podría ser la opción más controvertida de la lista, pero quizá no sea tan horrible como parece.
En el Modern Toilet de Taipéi en Taiwán, por fortuna no se come en un retrete de verdad, pero su temática gira en torno a este lugar donde hacemos nuestras necesidades. Lo que el restaurante ofrece es una vajilla con forma de retrete, bebidas servidas en miniurinarios y luces con forma caca.
No es un lugar para todo el mundo, pero vale la pena probar.