“Se puede desaprovechar todo menos una crisis”, advierte Antonio Garrigues, presidente de honor de APD (Asociación para el Progreso de la Dirección). Hay que mirar el lado bueno de todas las cosas, incluso de la crisis, que ha brindado la oportunidad de replantearnos los valores humanos dentro de una entidad.
¿Está reñida la ética con los buenos tiempos? ¿Cómo retomar los valores en la gestión y en el liderazgo de las empresas? El debate está servido. Varios expertos, reunidos en el II Encuentro de nuevos valores, nuevos liderazgos.
La renovación ética en la función directiva, han apostado por recuperar los valores del líder y de su gestión, imprescindibles para salir de la crisis.
Liderazgo por valores
Rafael Miranda, presidente de APD, apuesta por fomentar el retorno a la ética en la gestión. El resultado de la crisis económica y financiera “pone de manifiesto cómo la ausencia de la ética puede suponer un efecto negativo multiplicador y es por lo que en estos momentos se pone más en evidencia su necesidad”.
Miranda cree firmemente que los valores de compromiso o esfuerzo deben imperar día a día. “Debemos rescatar el liderazgo por valores y hemos de hacerlo de forma sostenida y mantenida en el tiempo. Que no sea una acción de hoy, que se convierta en la cultura del mañana”, ha aseverado.
Espíritu de equipo, remar todos a una
“El esfuerzo, la perseverancia y el espíritu de equipo son los valores que han llevado al Mirandés a derrotar al Espanyol”, ha argumentado Margarita Álvarez, directora de Marketing y Comunicación de Adecco, para ejemplificar el poder de estos valores.
Pero la palabra compromiso es utilizada, en ocasiones, como efecto placebo ante la imposibilidad de responder con números. ¿Sólo nos acordamos de lo ético y políticamente correcto cuando no hay otro consuelo? Margarita se muestra clara al respecto.
Incide en que estos valores, además de la honestidad, el respeto o la tolerancia deben tenerse en cuenta “tanto si las cosas van bien como si van mal”.
José Luis Díaz Cepero, socio director de consultoría de Deloitte, ha observado que con la crisis el nivel de esfuerzo y compromiso se ha vuelto a instalar en una generación joven.
Cepero está convencido de que la ética representa tanto el motor de la empresa como el potencial de sus trabajadores. “Estamos comprometidos en asesorar con principios y valores, a través del trabajo en equipo”, asegura.
Innovación y talento
Francisco Belil, CEO de Siemens Suroeste de Europa, considera que la innovación y el talento son aspectos fundamentales para desarrollar sociedades productivas. “Hay que dar a las personas la oportunidad de innovar con su talento, que rompan con lo establecido”.
De lo contrario, Belil asegura que habrá más fuga de cerebros. “Si no dejamos crecer a las personas abandonarán el proyecto y se irán a la competencia”.
Belil sugiere ilusionar a los trabajadores para que adquieran una actitud creativa. “Lo más importante son las personas y hay que apostar por ellas”, advierte.
Ética por conciencia y conveniencia
La ética, lo moral, lo correcto o lo justo son conceptos que, por conveniencia, se han empezado a reinstaurar en nuestras empresas.
Como explica el profesor e investigador Alejandro Córdoba, el tema de los valores y del liderazgo no solo está de moda, sino que es necesario.
Ha indicado que “la presión a la que se ven sometidas las empresas, para maximizar los beneficios a corto plazo, hace difícil que su comportamiento se guíe con criterios éticos”. Pero advierte de que si no actúan por conciencia, “el despertar de una sociedad exigente”, obligará a que lo hagan por conveniencia.
El secreto del éxito: “dirigir con cabeza y liderar con corazón”. Considera igualmente importante hablar de la felicidad en el trabajo. “Hay que tratar a los demás como nos gustaría que nos trataran a nosotros”, sentencia.
Hay que recuperar la confianza perdida
Córdoba apunta a que generar credibilidad es tremendamente importante. “Si las empresas están mal vistas por la sociedad tenemos un gran problema”, advierte.
Cree firmemente en que las empresas no son el problema, “forman parte de la solución, pero primero tienen que ganarse la credibilidad y confianza de todos”, apunta.
El teniente y profesor de Liderazgo de la EGET, Agustín Carreño, asegura que la confianza se tiende a perder con el tiempo. “La crisis de confianza trae consigo una crisis de liderazgo”, asegura.
Propone como solución aplicar valores humanos, intrínsecos en la persona. “El éxito sin ética es breve. La ética sostiene el éxito en el tiempo”, matiza.
La comunicación, clave para triunfar
El presidente de la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión, Manuel Campo Vidal, opina que “la comunicación es la asignatura pendiente de buena parte de los profesionales y empresarios en España”.
Asegura que una de las causas de la baja productividad de nuestro país es que no sabemos comunicar. “Podemos competir en igualdad de condiciones con las demás nacionalidades pero nuestros déficits en comunicación e idiomas nos dejan en inferioridad”, ha explicado.
La solución, saber escuchar para comunicar con rigor, condición sine qua non de la ética.
Sin embargo, Campo Vidal se muestra alentador con la función de los medios en estos tiempos.
La culpable, la ética. “La crisis, a pesar del daño que está causando, nos ha recuperado algunos valores como la austeridad, la solidaridad, el respeto hacia los demás… Siempre los ha habido pero no los proclamábamos”, concluye.