El presidente del Observatorio Venezolano de Violencia, Roberto Briceño León refirió en una entrevista al diario 2001 que al menos 84% de las víctimas de la violencia en el país son pobres.
Con información de Diario 2001
Briceño percibe con preocupación cómo en Venezuela los índices de violencia se han incrementado de manera desmedida, sin que se apliquen políticas eficientes que contribuyan a la regularización del hecho delictivo en el país.
El investigador establece la hipótesis de que el discurso que ha sostenido el Gobierno durante los últimos 16 años, ha generado que los niveles de delincuencia e impunidad se incrementen constantemente. Además, añade que los golpes de Estado y el irrespeto a la Constitución también contribuyen a que una suerte de anarquía arrope a la sociedad.
¿El venezolano se acostumbró a la violencia?
En la sociedad venezolana hay un “acostumbramiento” a la violencia y al hecho delictivo. Esto se mide en la modificación de los hábitos cotidianos de las personas y se percibe su impacto en la pérdida de libertad; muchos se cohíben de salir de noche, no ir a ciertos lugares, no transitar por ciertas autopistas, por el temor a ser víctimas de la delincuencia que azota al país. La situación urbana que vive Venezuela no tiene precedentes. Es similar a la que presentan países en guerra, o afectados por grandes desastres naturales. En ningún momento se podía pensar que los venezolanos no podrían desplazarse libremente por miedo a ser robados.
¿La crisis económica es un detonante de la violencia que actualmente vive el país?
La delincuencia en Venezuela convive y se retroalimenta con la crisis económica. Las dificultades actuales han fomentado un tipo de delincuente no profesional, porque deriva de la necesidad y el hambre que no existía en el país. Lo normal en Venezuela era que el delincuente robaba por un celular o unos zapatos, pero todo eso entra dentro de los estándares.
Hoy en día están robando por un paquete de harina. La gente tiene miedo incluso de hacer las colas por la gran posibilidad que existe de que sean robados.
Es la primera vez que en Venezuela realmente hay hambre, eso ha generado un nivel de delito donde si no se tiene qué comer mañana, los ciudadanos solo se preocupan por cómo conseguir comida, sin importar lo que cueste y las consecuencias que eso pueda acarrear.
¿Es Venezuela un país violento?
Venezuela naturalmente no era un país violento. En el siglo pasado Venezuela estuvo entre los menos violentos del continente.
Incluso, a mediados de 1960 la tasa de homicidios más baja que tuvo Colombia era mayor que la tasa de homicidio más alta que tenía Venezuela.
¿Qué generó que la violencia en el país llegara hasta este punto?
Históricamente hay tres momentos importantes que generaron que el índice de homicidios en Venezuela aumentara: El Caracazo, el 4 de febrero de 1992 y cuando Chávez llega al poder en 1999. La hipótesis que se maneja es que la violencia se incrementó por problemas de institucionalidad.
En esas tres etapas de la historia de Venezuela se quebraron reglas básicas con accio- nes como saqueos, golpes de Estado y hechos que violaron la Constitución.
¿Aumentaron los homicidios con la llegada de Hugo Chávez a la Presidencia de la República?
Totalmente, en 1999 Venezuela cerró el año con casi 6 mil homicidios, en el 2000 aumentaron aproximadamente a 8 mil y, según las ultimas cifras oficiales que fueron dadas en 2003, el número de homicidios llegó a 11 mil.
Incluso, en Venezuela, el momento en el que tuvimos mayor número de homicidios, fue cuando más riqueza tuvimos en el país.
Entre el año 2002 y 2010 el crecimiento de la violencia fue gigantesca
Ni las misiones socialistas, ni las políticas de Estado disminuyeron la violencia. Por el contrario, la aumentaron. Dentro de su ideología crearon planes como dejar de usar policías para reprimir, porque eso “es propio de gobiernos de derecha”.
¿Fue la violencia una política de Estado?
El Gobierno de Hugo Chávez optimizó la violencia como herramienta para hacer política. Vale recordar que su máxima consigna fue “Patria, socialismo o muerte”. Su discurso siempre se inclinó hacia la violencia, porque eso forma parte de la lucha de clases y la insurrección que el mismo Chávez propició.
La violencia incentivada por el Gobierno ha servido como herramienta de control social. La ciudadanía ha pasado de tenerle miedo a los cuerpos de seguridad, a temerle a los motorizados, colectivos y otros grupos oficialistas.
El gran problema para el Gobierno fue que esa violencia que ellos planteaban con un objetivo netamente político, se les convirtió en algo generalizado. La violencia de los pobres contra los ricos, se volvió en una violencia de pobres contra pobres.