Piñera, que asumió sus funciones en marzo pasado, debutó en la arena de la política internacional al hablar en la cumbre organizada hasta el miércoles para examinar la marcha hacia los objetivos del milenio establecidos en 2000.
Según Piñera, a pesar de que Chile había logrado «progresos muy importantes» entre 1990 y 2006, cuando la pobreza pasó del 40% de la población a un 13%, hubo un importante retroceso durante el gobierno de Bachelet (2006-2010).
«En los tres años siguientes (a 2006) esa tendencia se revirtió, pese al incremento muy sustancial del gasto social», dijo Piñera. El índice de pobreza aumentó en ese lapso a un 15,1% de la población, afectando a unos 2,5 millones de chilenos.
Piñera dijo que su meta era revertir esa tendencia, «erradicar la pobreza extrema antes de 2014» y sentar las bases para terminar con la pobreza antes de que termine la década.
«Ello no sólo constituye un imperativo moral, sino que, además, es la mejor inversión que podemos hacer desde un punto de vista político para fortalecer la democracia, desde un punto de vista económico para potenciar el desarrollo y desde un punto de vista social para conquistar una sociedad más justa, fraterna y pacífica», indicó Piñera.
El presidente hizo un balance más positivo de la situación de la enseñanza, al destacar que Chile cuenta con un sistema casi universal que garantiza 12 años de escolaridad obligatoria y gratuita.
También destacó los logros en la igualdad de género, con una participación de la mujer en la fuerza de trabajo superior al 40%, aunque admitió que en el Parlamento hay solo un 13,7% de mujeres, cifra muy inferior al del resto de América Latina, donde son un 22,5%.