Según los corresponsales en Copiapó, varios aceptaron adelantos por reportajes en medios de comunicación europeos durante los días de encierro y algunos irán a la televisión chilena, a cambio de las cifras habituales que se les pagan a las estrellas locales.
Así, se va descorriendo el velo que celosamente se intentó guardar sobre los días bajo tierra. Mario Sepúlveda (conocido como el showman) dijo en una entrevista publicada en The Daily Mail que tuvo “miedo a morir de hambre en su tumba subterránea“, en un intento de describir la impresionante travesía que vivieron los mineros en su lucha contra la muerte.
“Quiero que el mundo sepa la verdad sobre lo que pasó ahí. Fuimos tragados en las entrañas del infierno, pero hemos vuelto a nacer y ahora siento que es mi deber decir lo que pasó”, respondió, cuando le preguntaron por el acuerdo con sus compañeros para no hablar sobre ciertos episodios.
Una de las revelaciones más notables de Sepúlveda fue que el famoso mensaje “Estamos bien en el refugio los 33″, escrito por José Ojeda, que permitió al mundo saber que los mineros seguían con vida, fue redactado cuando ya habían perdido toda esperanza de ser rescatados. El momento más angustiante, según Sepúlveda y otros de sus compañeros, como Jimmy Sánchez, fue aquel en que la sonda que buscaba llegar al taller pasó de largo por una desviación de la perforadora Schramm T-130, el 19 de agosto. Tres días más tarde, el mismo artefacto los hallaría.
Otros, como Edison Peña, hablaron de la responsabilidad de los dueños de la mina San José. “¿Por qué pasan estas cosas? El empleador guarda su dinero, y ¿qué pasa con la parte obrera? Estoy recaliente, hablo porque esto me puede servir de pantalla para que todo cambie”, protestó Peña.
Yonni Barrios, el minero que hizo de enfermero, dijo al diario La Nación que no era Luis Urzúa el líder del grupo en el fondo de la mina, sino Sepúlveda, alias el conductor. Coincidió con él Jimmy Sánchez, de 19 años, el más joven del grupo, que también dijo que reconocía a Sepúlveda como jefe del grupo. Algunos incluso hablaron de la existencia de tres “facciones” en la mina antes de que los psicólogos lograran integrarlos.
Fue justamente Sánchez el que develó ese secreto: en la mina existía un tercer líder, Juan Illanes, un ex militar chileno que estuvo meses en la trinchera durante el conflicto con la Argentina por el Beagle. Sánchez reveló que Illanes les sugirió acordar el pacto de silencio que la mayoría asegura respetar para que la historia no sea tergiversada y capitalizar eventuales ofertas cinematográficas o editoriales.
Omar Reygadas, el segundo entre los mayores del grupo, que había criticado a Yonni Barrios por romper el acuerdo de no hablar sobre ciertos temas, esta vez negó que existiera exigencia de silencio alguno. “No hay pacto de silencio. No hay nada que esconder, nosotros adentro lo pasamos como compañeros, nunca hicimos algo de lo que nos avergoncemos. De lo que vamos a hablar lo haremos en grupo para que todos contemos la historia como fue. Ojalá sea un libro, para que todos sepan lo que vivimos adentro”, explicó Reygadas.