Los populares estrenos del 24 y 31 son una tradición marabina, como la gaita, o como la hallaca en diciembre. Sin embargo, debido a la situación económica y a la alta inflación que existe en el país, los estrenos son mas una fábula, cuentos de camino, que una posibilidad que pueda alcanzarse.
El precio de un jean y una camisa es de 12 mil bolívares cada uno. Sin olvidar los zapatos, que rondan entre 15 mil y 20 mil bolívares. El estreno casual del 24 de diciembre, ocuparía casi seis salarios mínimos.
Así mismo, el estreno del 31 de diciembre, se caracteriza por ser más formal, y los marabinos tienen guardado un presupuesto especial para ese día. Entre un vestido formal y unos zapatos para dama o un pantalón y camisa para caballero, se gastarían alrededor de 45 mil bolívares, seis salarios mínimos.
La inflación se ve a simple vista, al comparar como, por ejemplo, un carro último modelo Hyundai Elantra en el 2007, costaba 47 mil bolívares, o en ese mismo año, se podía equipar con uniformes nuevos de alrededor de 700 Bs a casi once equipos de fútbol. Ahora 82 mil bolívares equivalen a 4 prendas de vestir y dos pares de zapatos.
El último dato proporcionado por el Banco Central de Venezuela, aseguró que el pasado año 2014 cerró con una inflación nacional cercana al 70%. No obstante el BCV no ha publicado cifras oficiales de la inflación en el año 2015, dando pie a cifras extraoficiales como las que proporcionó el gobernador de Miranda, Henrique Capriles Radonski, aseverando en su columna dominical que Venezuela tiene la inflación más alta del mundo, y una inflación acumulada que va por 142%.
Lo que involucra las fiestas decembrinas se ve afectado por el alza de los precios debido a la inflación y con lo que hace 8 años se compraban casi dos carros último modelo, hoy en día, con el mismo monto equivalente a 11 salarios mínimos, se necesita para poder comprar los tradicionales estrenos que antes si esfuerzo se podían obtener.
Sin contar las hallacas, el pan de jamón, ni los intercambios del amigo secreto, y mucho menos los gastos de los juguetes para las familias que tienen hijos. Con el costo de los artículos que se ven en las tiendas, lo que nos queda, es hacer la carta, ponerla en el arbolito y pedirle los estrenos al niño Jesús.
Claudia Martínez, bd