Sin embargo, un recorrido por los 5 municipios en donde se levantarían centros de producción, agrotiendas, laboratorios, centros de recrías, plantas de procesamiento, pasteurizadoras complejos azucareros, viviendas y hasta un acueducto, entre otros, demuestran que la realidad es muy diferente a la propaganda. En los lugares en donde se levantarían los proyectos solo se exhiben vallas, remoción de tierras, alguna columna y nada más.
La denuncia de Humberto Agudo (La Causa R y la Unidad) señala que los municipios Jiménez, Torres, Andrés Eloy Blanco, Palavecino y Urdaneta fueron los escogidos durante los gabinetes móviles realizados hace 6 años, para la construcción de obras que garantizarían la seguridad alimentaria del estado, pero terminaron con la confiscación de las 6 sedes de Agroisleña en Lara.
Solo en el valle de Quíbor existen 12 proyectos totalmente paralizados que eran los que «iban a competir con el capitalismo salvaje». «Resultaron un total fracaso», dice Agudo.
«Varias alocuciones de su programa Aló Presidente hizo el mandatario nacional en la entidad, en terrenos montados con un escenario imaginario con ganado caprino prestado a productores de la zona, maquinarias, equipos e insumos que desaparecían apenas terminado el programa», denuncia.
En el valle de Quíbor se produce 40% de las hortalizas que consume el país. Solo en Lara, la empresa Agroisleña financiaba 93% de la producción de cebolla; 32% del tomate; 60% del pimentón y 20% del melón.
Afirma que cuando Elías Jagua se desempeñó como ministro de Agricultura y Tierras se inició «el proceso de inversiones porque había que demostrar que el socialismo podía competir con la empresa privada, pero el resultado fue el pago de 1.200 millones de bolívares que no se sabe donde están».
Obras «fantasmas»
Solo en Quíbor la lista de obras fantasmas, paralizadas o hechas a medias suma más de 10, tomando en cuenta las más grandes y obviando las pequeñas. Estas son el Acueducto de San José de Quíbor; la Planta Procesadora de Vegetales; el Campo de Producción Socialista de semilla de hortalizas; la construcción de Agrotiendas Socialistas, de la planta procesadora de productos lácteos; el Centro de Recría Caprina; del Laboratorio de Biofertilizantes y Bioestimuladores; del Centro de Producción Entomófagos y Entomapatogenos; el laboratorio Fito y Zoo Sanitario; de la Sede Central de la Compañía Mecanizada Agrícola y Transporte Pedro Camejo.
En el Municipio Torres (Carora), la situación es similar, indica Agudo. Las obras paralizadas o inexistentes son: La sede de Bomberos, en la zona industrial de Carora, paralizada; la planta de Cemento que sería un convenio con los iraníes, nunca se inició. La fabrica Medidores Eléctricos a través del convenio chino con Pdvsa- Enelbar, está paralizada, como otras cinco: la Empaquetadora de Hortalizas en Arenales, la Planta de leche en Burere, el Matadero Caprino, el Proyecto Agroforestería, localizado en el sector La Otra Banda, y el Proyecto Sistema de Riego Rio Tocuyo sector La Otra Banda.
La Planta procesamiento de Maíz, en el sector El Paradero, no se inició. El Complejo Azucarero Argimiro Gabaldón en el sector La Otra Banda tampoco existe. El Matadero Industrial, por convenio argentino, en Burere, nunca se inició.
En el Municipio Urdaneta, el proyecto de Fortalecimiento de la cadena Agroproductiva del Sisal que se levantaría en Aguada Grande, se realizó por un convenio con China. -Los chinos- denunció Agudo- trajeron semillas de Sisal que produjeron una plaga desconocida que acabó con todas las plantas en Lara. Los productores quedaron arruinados. El gobierno ahora lo trae de Brasil.
El Plan Café, con pobladores de Sanare, Tocuyo y Urdaneta, fue otro fracaso. La inversión allí fue de Bs. 849 millones. Ahora se importa de Nicaragua.
En el Andrés Eloy Blanco y Palavecino se invirtieron otros 790 millones para otros proyectos agrícolas e industriales, que simplemente no existen, dijo.