El programa “Sarah Palin’s Alaska” (La Alaska de Sarah Pailin), que se estrenará en la cadena TLC el 14 de noviembre, agregará el título de “conductora de TV” al de por sí nutrido currículo de Palin, en el que puede presumir de haber sido gobernadora, candidata a la vicepresidencia por el partido Republicano, autora de libros exitosos y reina de belleza.
Palin también es esposa, madre de cinco hijos y abuela. Su nueva serie presenta su vida hogareña con los preciosos paisajes de Alaska como trasfondo.
En el primero de ocho episodios, queda claro que “Sarah Palin’s Alaska” no tiene nada que ver con la política, aunque sí es efectivo para vender la marca Palin. Pero además de su propia imagen Palin logra vender la grandeza de Alaska.
La esperada serie documental, filmada en el verano en Alaska, se centra en la casa de Palin junto a un lago en Wasilla. Ahí prepara panqueques y los niños hacen sus tareas. Después Palin, seguida por algunos integrantes de la familia, sale a pescar salmón en el Lago Big River, donde a pocos metros de ella hay una pareja de osos que los entretienen.
“Niñas, cuando lancen la carnada no lo hagan hacia el oso“, indica Palin a su hija Piper y a su sobrina McKinley en su bote.
“¿Por qué?”, le responden automáticamente. Seguramente muchos padres se sentirán identificados.
Más adelante en el programa Palin deja escapar algo de flaqueza al escalar en rocas con su esposo Todd, en el parque nacional Denali, pues se queda pasmada a la mitad.
El guía le da indicaciones y trata de darle su apoyo, pero Palin está congelada.
“¡No me gustan las alturas para nada!”, dice. “Fui muy arrogante y este es mi castigo. ¡No sé si pueda hacer esto!“.
Esta es una confesión memorable, especialmente porque Palin es famosa por su personalidad avasalladora. Los espectadores se enteran de que pasaron unos 45 minutos para que continuara el ascenso.
Eso es mucho peor de lo que me imaginaba“, dice luego de llegar a la cumbre.
El productor de la serie es Mark Burnett, que también ha estado detrás de programas como “Survivor” y “The Apprentice”. En una entrevista reciente con The Associated Press, se maravilló del entusiasmo que mostró toda la familia al participar en la serie.
“A veces decíamos ‘Vamos a hacer que Sarah y Todd hagan algo”’, dijo Burnett. “Mientras nos preparábamos, ella decía: Piper, ¿quieres venir? Willow, ¿quieres venir?”. Sin la política esta es una “verdadera familia y hacen muchas cosas juntos”, agregó.
A propósito de la naturaleza turística del programa podemos ver escenas encantadoras en ese vasto estado.
Pero no todas son rosas. Los Palin dejan en claro su malestar por tener como vecino al escritor Joe McGinniss.
McGinniss, el autor de libros como “The Selling of the President” y “Fatal Vision”, nunca es mencionado por su nombre y su cara aparece distorsionada cuando la cámara lo descubre por accidente al otro lado de la cerca de la casa.
Pero como Todd lo explica: “Nuestro verano de diversión se acabó por un nuevo vecino que está escribiendo algo de mi esposa“.
En una entrevista en septiembre con The Associated Press, cuando se preparaba para marcharse después de tres meses de investigación, McGinniss rechazó revelar qué cosas de Palin diría su libro, aunque sí dijo que rentó la casa porque el dueño lo buscó, no para espiar a la ex gobernadora.
Palin aprovechó el hecho de que Todd y sus amigos construyeran una cerca que separa el terreno de su casa del de su vecino McGinniss para hacer una pequeña metáfora política en el programa.
“Otros pueden ver y decir: ‘esto es lo que necesitamos para asegurar la frontera de nuestro país”’.
Fuera de esto el programa deja un mensaje menos controvertido: Alaska es un lugar que hay que conocer.