Esto es lo que publica Tal Cual:
Se empiezan a mover las fichas en el nuevo tablero político del 27 de los corrientes. Con lentitud, con fintas, con anuncios esquivos. Pero se mueven. El Gobierno, a través de Chávez, Aristóbulo Istúriz e Iris Valera, han dicho que la agónica Asamblea de las focas seguirá actuando hasta el último día, hasta su defunción en enero. Posiblemente ello sea legal pero es infame y una afrenta al país que ha cambiado de rostro. Pero y eso qué, es la especialidad de la casa, tanto más ahora que el Minoritario debe estar enfurecido y dispuesto a agredir (a decir “victoria de muçierda”), por cierto con grave peligro para el mobiliario y el patrimonio artístico de Miraflores. Y esto no es menor: no sólo porque podrían apresurar la aprobación de leyes muy perversas sino porque podrían intentar habilitar a Chávez para que siga siendo el legislador mayor que ha sido sin necesidad de levantar el teléfono a fin de darles órdenes al batallón, y evidentemente porque a partir de enero próximo las cosas serán más complicadas por decir lo menos. Hay que insistir en que esto sería una burla al soberano que ya dijo como quiere que sean las nuevas relaciones de los poderes.
Los dos vitales diputados del PPT han jurado que no están en venta, lo que es muy oportuno y loable para evitar las tres quintas partes de la Asamblea, que no pocos desafueros permiten.
Los partidos de la MUD han dicho que actuarán en equipo en la Asamblea, seguramente estimulados por los éxitos del espíritu unitario. Pero sobre este punto decisorio debemos estar muy alertas porque el tiempo que resta de gobierno no es demasiado en realidad en política no hay tiempos largos o breves, sino intensos y laxos y lo que está en juego para el 2012 es el jaque mate de esta extenuante partida, lo cual hace demasiado presente la manzana de la discordia. Esa imprescindible unidad, sin la cual nosotros seremos los mateados, hay que abonarla todos los días, en cada jugada como hacen los ajedrecistas diestros. Mucho desprendimiento, mucho sentido de país, no hay que afilar demasiado los colmillos. En tal sentido no sería para nada prematuro que nos sentemos a definir el nuevo perfil de la MUD, sus estructuras funcionales y sus reglas de convivencia y acciones comunes. Del 26 al 27 cambiamos de escenografía.
Hay una petición reiterada de diálogo, desde los empresarios apaleados al pueblo llano obstinado de odiar y ser odiado y deseoso de un gobierno que construya, que trabaje y no politiquee sin mesura. Lo cual es harto razonable. Pero no tenemos ningún signo, antes por el contrario deseos manifiestos de venganza, de que un poco de racionalidad y serenidad se aposente en el espíritu del Gobierno. De manera que poco a poco tenemos que ir viendo el tono de los antagonismos que viviremos. Y calibrar el tenor justo a que se nos obligue, ni suplicante ni inclemente de partida, siempre eficaz y contundente.
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