Además, en más de 2.300 refugios temporales continúan evacuadas más de 153.000 personas provenientes en su mayoría de las provincias nororientales de Miyagi, Iwate y Fukushima, las más devastadas por la catástrofe.
En Miyagi, los fallecidos ascienden a 7.929 y hay 6.578 personas sin localizar, mientras en Iwate hay 3.783 muertos y 4.804 desaparecidos y en Fukushima las víctimas mortales son 1.211 y los desaparecidos 3.423.
La mayoría de los cuerpos encontrados hasta el momento han sido identificados, mientras que hoy el diario Asahi informó de que más de la mitad de los fallecidos con identidad confirmada examinados por el periódico eran mayores de 65 años.
En las zonas rurales del noreste japonés residían un gran número de ancianos, que se vieron sorprendidos por el tsunami debido a sus dificultades para desplazarse.
La proporción de personas mayores de 65 años en las provincias de Fukushima, Miyagi e Iwate ronda el 25 por ciento, lo que muestra cómo el desastre se cebó en la población de más edad.
Según la televisión NHK, el número de fallecidos podría aumentar, ya que las autoridades locales aún no han podido calcular el número exacto de desaparecidos en algunas zonas afectadas en la costa.