«Nada sería peor que cambiar de rumbo, cediendo a la agitación propia de los periodos electorales», sostuvo Sarkozy en su declaración al término del consejo de ministros celebrado en el Elíseo, sede de la presidencia.
Tras considerar que «la crisis impidió ver los efectos positivos de todo lo que se ha hecho», el mandatario galo dijo que «tenemos que dar muestras de constancia».
«Debemos continuar las reformas», afirmó Sarkozy, que recordó a los franceses: «ustedes me eligieron para sacar a este país del inmovilismo».
El presidente francés reafirmó que seguirá adelante con la reforma de las jubilaciones y pensiones, uno de sus proyectos más rechazados que tendrá que llevar adelante el nuevo ministro de Trabajo, Eric Woerth.
Sarkozy dijo que la adopción en Francia de una tasa al carbono quedará «subordinada» a la adopción de una medida similar en Europa, confirmando de esa forma que el proyecto que defendió con tanto ahínco ya no está en el orden del día.
El martes, su primer ministro, Francois Fillon, anunció el abandono de la tasa a las emisiones de CO2, que Sarkozy defendió en 2009 como uno de sus proyectos emblemáticos para luchar contra el calentamiento climático.
Tras la derrota de la gobernante Unión para un Movimiento Popular (UMP, derecha) en los comicios regionales del 14 y 21 de marzo, Sarkozy efectuó una remodelación ministerial limitada.
kg / Reporte360