El presidente colombiano Juan Manuel Santos rechazó este sábado el cierre fronterizo indefinido ordenado en la víspera por su homólogo venezolano Nicolás Maduro como parte de un estado de excepción decretado para combatir entre otros el contrabando y la operación de grupos ilegales.
«Cerrar la frontera trae inconvenientes, genera malestar, se pone a mucha gente inocente a pagar los platos rotos (o las consecuencias), incluso los niños», sostuvo Santos desde la ciudad de Bucaramanga durante una reunión de ministros.
De esta manera respondió el mandatario colombiano al venezolano Nicolás Maduro que extendió por tiempo indefinido el cierre de la frontera en el estado Táchira mientras se captura a los «asesinos» que atacaron a tres militares y un civil hace tres días en San Antonio.
Santos dijo que con el cierre de la frontera los únicos que «ganan» son los delincuentes. Y propuso que la solución debe pasar por la cooperación entre las naciones.
Sin embargo, el mismo sábado Maduro reiteró el cierre hasta que regrese la paz y la normalidad socioeconómica.
La canciller Delcy Rodríguez escribió en su cuenta de Twitter que tras hablar con su homóloga colombiana María Ángela Holguín se adelantó la reunión binacional entre las diplomáticas para el 26 de agosto e intentar así frenar los conflictos que se han registrado en la frontera por la medida.
En la frontera de unos 2.200 kilómetros entre Venezuela y Colombia operan delincuentes comunes, contrabandistas y grupos irregulares.
El gobierno venezolano activó en agosto del año pasado un plan de combate al contrabando que implicó el cierre nocturno, durante siete horas diarias, de las fronteras que comparte con Colombia y endureció los controles militares y las penas de prisión para quienes son descubiertos contrabandeando.