Según ha explicado la organización en un comunicado oficial, esta multa está en consonancia con otras sanciones similares que se han producido en un torneo del Grand Slam.
La tenista increpó a la juez de silla griega Eva Asderaki al final del primer juego del segundo set a la que señaló que “no le volviera ni a mirar” y le contestó de malas maneras cuando ésta le avisó que podía ser multada por infringir el código de conducta.
El enfado de la jugadora vino provocado cuando la juez decidió darle a Stosur un punto, que además era de ‘break’, cuando la americana grito de ‘¡Vamos!’ celebrando el punto cuando su rival aún intentaba devolver la pelota.
Al igual que con todas las multas en el Abierto de EE.UU., el dinero recaudado se destinará al Fondo de Desarrollo del Grand Slam que desarrolla programas de tenis en todo el mundo.
Después de la revisión del incidente, que fue visionado por vídeo y tras hablar con la juez de silla Asderaki, se ha determinado que la conducta de Serena Williams “aunque fue verbalmente abusiva, no llegó al nivel de un delito grave en el Código de Conducta de los Grand Slam”.
Serena es reincidente en este tipo de actitudes, ya que en el Abierto de Estados Unidos de 2009 amenazó a una de las jueces de línea durante la disputa de las semifinales ante la belga Kim Clijsters.