La propiedad de 1.600 metros cuadrados y de estilo francés situada en la zona de Bel Air, en Los Ángeles, está rodeada por más de media hectárea de terreno, cuenta con 7 dormitorios, 7 plazas de garaje, 12 chimeneas y 13 cuartos de baño.
Tras el fallecimiento del «rey del pop», el propietario del inmueble había intentado alquilarlo por 300.000 dólares al mes, aunque finalmente se decidió poner la vivienda a la venta.
La casa ya había estado en el mercado en 2008 tasada en 38 millones de dólares, pero al no encontrar comprador, se optó por rentar la mansión a Jackson para que residiera allí mientras ensayaba para sus conciertos que tenía previsto ofrecer en Londres el mes de julio del año pasado.
El cantante murió el 25 de junio de 2009, víctima de una intoxicación aguda de anestésicos que le fueron suministrados en la habitación de esa vivienda donde dormía.
El artista fue trasladado de urgencia a un hospital cercano donde se certificó su muerte.