Isaías A. Márquez Díaz: Salario mínimo y pobreza
El concepto de salario mínimo y/o digno definido en la CRBV, así como en la LOT parece una entelequia jurídica, un folclorismo, concebido bajo una faseología burocrática de un momento político de entonces, aplicable si, y solo si, existiese una voluntad política definida y formal con miras a motivar a todo trabajador y dignificarlo, realmente. Pero, el nuevo salario mínimo, recién decretado, resulta muy escaso para salir de la pobreza, pues su equivalente a poco menos de unos USD 29, constituye una precariedad para quienes lo devengan; fundamentalmente, empleados públicos y pensionados superen su cuadro de pobreza extrema que, hoy día, experimentan.
El Banco Mundial fija la cantidad de USD 1,9 a diario para considerar la salida de situación paupérrima o pobreza extrema por rango de ingresos, aunque pareciera que estamos más cerca con el salario actual, al pasar de unos cino a 96 centavos de dólar.
Si sumamos el bono de alimentación, que aubió a unos 45 bolívares (USD 10,5), y lo perciben solo los trabajadores activos, el ingreso llega a unos USD 39,4 por mes, equivalentes a unos USD 1,31 a diario.
Obviamente, el gobierno, tal y como es lo usual, ha vuelto a soslayar la realidad de los afectados en un contexto de país con una dolarización de facto, decretada, tácitamente por él mismo en cuyo mercado ya tenemos, también, una inflación dolarizada, pues apenas los pensionados IVSS cobraron el retroactivo incompleto y quizá birlado por la administración respectiva, amanecimos con un alza cercana a un 25 por ciento en casi todos los renglones. Ello, sin reparar en el costo de los servicios y su ineficiencia tan ostensible.