“Actualmente, todos los documentos del nuevo tratado de armas estratégicas ofensivas han sido consensuados”, según señaló una fuente de la presidencia rusa. Ahora se deben plasmar por escrito esos acuerdos, lo que podría demorarse algunos días.
La fuente añadió que “Praga se perfila como el lugar más probable de la firma del nuevo tratado”, tal como ya ha confirmado la Casa Blanca, después de que el Gobierno checo anunciara que Praga acogería la firma del nuevo START, después de que la opción de la capital ucraniana, Kiev, fuera rechazada por Washington.
La pasada semana el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, expresaron en Moscú su confianza en la pronta firma del nuevo tratado que sustituya al de Reducción de Armas Estratégicas (START), que expiró en diciembre y fue prorrogado hasta la suscripción de uno nuevo.
Rusia y Estados Unidos iniciaron el 9 de marzo en Ginebra la última ronda de negociaciones sobre desarme que abrieron hace casi un año en Londres por los presidentes ruso, Dmitri Medvédev, y norteamericano, Barack Obama.
Según el diario “Kommersant”, que cita fuentes del Kremlin y la cancillería, la firma del tratado de desarme tendrá lugar antes de la conferencia nuclear que se celebrará el próximo 12 de abril en Washington.
Los analistas señalan que el problema podría radicar no en la firma del tratado, sino en su ratificación por parte de los Legislativos de ambos países.
Y es que la Duma rusa no dará su visto bueno si el documento no vincula armamento ofensivo y defensivo, y el Senado norteamericano tampoco lo ratificará si el texto limita la capacidad de EEUU de desplegar escudos antimisiles para defender a sus aliados, según aseguró recientemente el senador republicano John McCain.
Los presidentes ruso y estadounidense acordaron que el nuevo tratado de desarme debe reducir el número de cabezas nucleares de cada país a una cifra de entre 1.500 y 1.675 en sus primeros siete años de vigencia.
Vía EFE