«En Moscú existe una gran preocupación por las crecientes tensiones en la península coreana», dijo este viernes en Moscú el portavoz del Kremlin, Dmtri Peskov, quien agregó que su país está convencido a que no hay otra alternativa a una solución negociada, según informó la agencia noticias rusa Interfax.
El líder norcoreano Kim Jong-un llamó al presidente Donald Trump «viejo demente», mientras que su ministro del Exterior amenazó con probar una bomba de hidrógeno en el Pacífico. Kim reaccionó a las declaraciones de Trump, que amenazó con la «destrucción total» de Corea del Norte y el jueves endureció las sanciones contra el país asiático.
Al igual que otros países con derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, Rusia rechaza que el país comunista tenga armas atómicas. Moscú ha criticado además las amenazas militares en la región.