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A pesar de que Chávez lo felicitó por ser el único vicepresidente del PSUV que le había entregado el informe electoral solicitado el actual ministro de energía y presidente de Pdvsa podría irse a la OPEP en Viena como delegado venezolano. Un cargo de menor cuantía pero que lo aleja del huracán de acusaciones que sobre él y su entorno familiar le tienen montado tanto Elías Jaua como el ministro Jorge Giordani. El empeño de éstos en verle el hueso y descubrir ante Chávez sus supuestas corrupciones junto al cuñado Baldo Sansó aconsejaría su retiro.
Para reemplazarlo en Pdvsa el candidato que surge con más fuerza es Asdrúbal Chávez, no por ser pariente del caudillo, pues tiene casi veinte años en la industria y ante su contendor para el cargo, Eulogio del Pino, que aparece demasiado implicado en el caso Pudreval.
Con el pase del vicepresidente Elías Jaua a la candidatura para la gobernación del Guárico en reemplazo del fallecido Willian Lara justifica Chávez ese pase “para ayudar la revolución” y no aparece el pase de factura por la guerra que Jaua mantiene con todo el estamento militar rojo rojito que encabezan los tenientes y comandantes del 4F.
Alí Rodríguez podría regresar a la presidencia de Pdvsa o a la Vicepresidencia de la República. El caso es que Alí se ha venido sintiendo muy mal y quiere retirarse a descansar en Cuba.
Hace días sonó el nombre de Jesse Chacón como ministro del Interior o como reemplazo de Jaua. Chávez sabe que tiene poca gente y lo que hace, básicamente, es el juego de las sillas musicales. Puro enroque. Nada de caras nuevas. Más bien, el grupo de ministros relacionados con el frente Francisco de Miranda también estaría en cuarentena.