«Definitivamente he sentido el calor de esta gente, era como si fuera una estrella de rock», declaró Savage, de 42 años.
La británica comenzó su odisea en mayo de 2008 en San Francisco, desde donde tardó 99 días en recorrer los 4.800 kilómetros hasta Hawai, la primera de sus dos escalas.
A mediados del año pasado invirtió otros 104 días en intentar llegar a Tuvalu, pero tuvo que cambiar de ruta por las mareas y escasez de provisiones y finalmente fue a Kiribati, otra diminuta nación insular del Pacífico Sur.
Pero todavía le quedaban los 48 días del viaje final, durante el cual sorteó temporales, esquivó a buques que casi la hunden y estuvo a punto de naufragar varias veces hasta arribar a las costas de Papúa Nueva Guinea.
Hace diez años, Savage abandonó una próspera carrera en la banca para convertirse en aventurera y activista medioambiental, y en 2005 cruzó también remando el Atlántico.
af / Reporte360