«Entre nosotros tenemos capacidad, experiencia, voluntad y capacidad de compromiso para solucionar nuestros problemas. Hasta el 7 de agosto (fecha de asunción de Santos) el espíritu belicoso y totalmente dogmático de Colombia se mantendrá. Vi declaraciones de (el canciller colombiano) Jaime Bermúdez, donde dice que no tienen nada que rectificar y no van a aceptar el plan de paz», dijo.
Sobre la percepción del presidente saliente de Colombia, Álvaro Uribe, explicó que, aunque ha tenido victorias militares, «su política de seguridad democrática ha fracasado».
«Las FARC continúan en territorio colombiano. La sofisticación de la tecnología no ha servido para identificar a los guerrilleros en Colombia. Se retirará como un jefe de Estado que logró victorias militares pero no dejó a Colombia en paz. El gobierno colombiano espera arrastrar a los gobiernos del vecindario a su propio problema bélico», afirmó.
Descartó que Venezuela haga denuncias contra Colombia en la OEA y dijo que el plan de paz para Colombia, previsto por el Gobierno venezolano no es una intromisión en asuntos internos de Colombia.
«Maduro no lo está planteando solo como un derecho sino como una obligación. Es un recorrido por la paz, la reconciliación, la búsqueda de caminos. Hay espacio para todos los gobiernos, sobre la base de intereses comunes y del respeto», concluyó.