‘Dinho’, el mejor jugador del mundo en 2004 y 2005, vestirá la séptima casaca desde su debut profesional en 1998 con el Gremio, todo un desafío para este genio del fútbol que, con 34 años, se niega a firmar el libro del retiro.
“Me falta ganar algo en México y he venido a eso”, dijo Ronaldinho el viernes en una nutrida conferencia de prensa en la que lució la camiseta de los ‘Gallos Blancos’ con el número 49, que considera de buena suerte.
Ronaldinho había sido protagonista en 2011 de un sonado traspaso al Flamengo desde el AC Milan, donde puso fin a su exitosa carrera en Europa.
Tras dos temporadas sin brillo en el ‘Mengao’ se fue al Atlético Mineiro, con el que conquistó la Copa Libertadores de América 2013 y la Recopa Sudamericana este año.
Con la vuelta a casa, Ronaldinho siguió los pasos del ‘Fenómeno’ Ronaldo cuando éste se incorporó al Corinthians en 2009, y un año más tarde lo hiciera Roberto Carlos también al ‘Timao’.
Esa misma realidad se vivió en Argentina cuando la ‘Brujita’ Juan Sebastián Verón decidió poner proa a La Plata en 2006 tras diez años en Europa, y otros como sus compatriotas Juan Román Riquelme, en 2008; o Roberto ‘el Ratón’ Ayala, en 2010, optaron por el mismo camino buscando hacer la diferencia en un fútbol que perdía a las nuevas promesas en medio de los millones que venían del Viejo Continente.
El nuevo desembarco
Los exmadridistas y exmilanistas Kaká y Robinho son las caras más valiosas del Sao Paulo y Santos, respectivamente, en la nueva temporada del balompié brasileño.
Once años después de salir del mismo club con destino al AC Milan, Kaká, campeón del mundo con la Seleçao en 2002, cruzó el Atlántico de regreso para vestir por cinco meses la casaca de sus amores, para luego liderar con 33 años en 2015 el proyecto del Orlando City, la nueva franquicia de la Major League Soccer (MLS).
Robinho, a su vez, llegó por tercera vez al ‘Peixe’ procedente también del elenco ‘rossonero’ tras el Mundial en su país y por un préstamo de un año.
Con apenas 30 años, ‘Robi’, con dos Copas del Mundo a cuestas (2006 y 2010), no terminó de cuajar en el exigente fútbol europeo, al que llegó en 2005 fichado por el Real Madrid.
En Argentina, el exinterista Diego Milito, campeón de la Liga de Campeones de Europa en 2010, se convirtió en la principal novedad del mercado gaucho al volver a Racing Club, el club que lo lanzó al profesionalismo en 1999.
Los campeones del mundo argentinos
Dos extraordinarios campeones del mundo también le pusieron fin a la vida europea para volver a las raíces: el ítalo-argentino Mauro Camoranesi y el franco-argentino David Trezeguet.
Camoranesi aterrizó en Lanús en 2011 tras seis meses sin suerte en el Stuttgart alemán, pero con una fenomenal carrera de casi diez años en la Juventus de Turín y el honor de ser un indiscutido en la ‘Squadra Azzurra’ campeona mundial en 2006.
El mediocampista de Tandil, de 37 años, le puso punto final a su carrera semanas antes del Mundial Brasil-2014 defendiendo la casaca de Racing Club, al que se había unido en julio de 2012.
‘Trezegol’, por su parte, fichó por River Plate, el equipo del que es hincha confeso, a finales de 2011 con 34 años, tras haber logrado un título mundial con Francia en 1998 y ser considerado uno de los 50 mejores futbolistas en la historia de la ‘Juve’ luego de diez temporadas (2000-2011).
El ‘Rey David’ fue uno de los artífices para que el ‘millonario’ volviera a la primera división en 2012 y terminó refugiándose en Newell’s Old Boys (2013-2014), el club de origen de Lionel Messi, y ahora juega sus últimos minutos en el fútbol indio.
No sólo la cuestión económica anima a las viejas glorias a retornar a sus países, también buscan esos últimos aplausos, quizá los más sinceros y los que ellos más agradecen.