En ese grupo de vándalos, solamente cinco eran estudiantes. Los delincuentes establecieron un peaje de 500 bolívares a las personas que deseaban transitar esa vía para trasladarse hacia su centro de estudio o trabajo, explicó el Ministro.
Rdoríguez Torres además reveló que durante algunas guarimbas en ese estado andino los pocos estudiantes no se sumaron nunca a los diálogos de paz porque, aunque participaban a ratos en las guarimbas, realmente no ejercían ningún tipo de liderazgo para frenar la ola de violencia.
“Ellos (estudiantes) no están en capacidad de garantizar que se acaben las guarimbas, porque ese problema, no lo tienen controlado los estudiantes y trasciende a la posibilidad de liderazgo estudiantil” dijo.
Señaló que ese factor podría ser una de las razones por las cuales el movimiento estudiantil de derecha “se ha negado a dialogar, porque tienen cosas que pedir pero muy poco que ofrecer“.
“Yo quisiera ver si los estudiantes tienen la posibilidad de liderar a esos delincuentes, que ellos mismos (los estudiantes) los han señalados como delincuentes, para que levanten las guarimbas, cuando para pasar de una barricada a otra cobran 500 bolívares. Los delicuentes convirtieron la guarimba en una forma de vivir”, señaló Rodríguez Torres.