Cuando las escalinatas dejaron a Gladys ya en el destino para seguir su camino el joven que iba detrás de ella la detuvo agarrándola por el hombro. El que estaba adelante recortó el paso y ella no tuvo manera de seguir. El joven que la sostenía por el hombro le dijo: “entréganos el celular él tiene una pistola, si no nos das el teléfono él te mete un tiro“.
Mientras el ladrón de mechas teñidas en el cabello repetía la amenaza, el compañero sacaba del bolso que tenía terciado hacia adelante un arma empuñada. A Gladys la tenía pegada a una pared, pero no por eso el asalto era discreto. Todos los usuarios que entraban sabían qué ocurría. Muchos decían: “mira, la están robando”, y seguían sin siquiera tomarse la molestia de buscar a alguna autoridad que lo impidiera.
“Yo les entregué mi BlackBerry y se fueron. Lo que más me indignó fue que la gente no fuera solidaria nadie hizo nada por buscar ayuda. No había vigilancia cerca, pero no hicieron nada”, dijo Gladys. Tiene miedo pues los maleantes suelen asaltar tranquilos en la zona.
En ese mismo punto, durante la semana pasada, asaltaron a otras tres jóvenes que también tenían teléfonos inteligentes, dijo una de las vendedoras que se colocan en la boca del metro a vender. Ninguna de las cuatro colocó la denuncia.
“A mí me dijeron que esa denuncia no se tomaba porque era muy caro para le Cicpc el gasto de tiempo, papel y tinta en algo ‘insignificante‘. Que si lo tenía asegurado buscara el papel que ellos con gusto, y sin tomarme la denuncia, me lo sellaban para que el seguro me repusiera el aparato”, recordó Gladys.
Sin números reales
Las víctimas tuvieron que llamar a las empresas telefónicas para pedir que les suspendieran las líneas. Esas empresas son las únicas que tienen una cifra real del problema de robos de celulares de última generación. Aunque no quisieron ofrecer los números de 2010, aseguraron que la tendencia se mantiene como la de 2009. El año pasado se robaron más 100 mil celulares en todo el país cada mes, y de ellos, 20 mil eran teléfonos de última generación.
Según el informe que ofrecieron fuentes de las empresas de telefonía más importantes, en enero se robaron 23.400 celulares inteligentes en todo el país. La mayoría, no especificaron cuántos, fueron BlackBerry.
El robo de celulares es uno de los principales delitos que se cometen en el país, en especial en Caracas. En 2009 cinco jóvenes murieron en la capital por resistirse al robo de su Black-Berry. En Venezuela, hasta 2009, el parque de telefonía móvil ascendía a 27.501.000 teléfonos, y de ellos cinco millones son de última generación.
Cómo los roban
Además de la modalidad que utilizaron para quitarle el teléfono a Gladys existen, y con mayor frecuencia, los robos en las principales vías.
Según fuentes policiales, el grueso de los robos de celulares ocurren en vías rápidas y en los baños de los principales centros comerciales, tal y como pasaba en 2009. Aun con la aplicación del plan Autopista Segura del MIJ una de las zonas más vulnerables es la Francisco Fajardo a la altura del distribuidor Altamira y en el distribuidor Metropolitano, y en la Cota Mil por Cotiza. También en la Francisco de Miranda entre Chacaíto y El Rosal, y en los alrededores de Plaza Venezuela.
El delito de robos de celulares en el país se nutre además de la facilidad para la reventa de equipos robados, una de ellas son los anuncios de compra de BlackBerry en BsF 1.000 en diarios regionales, esto aunque el precio de estos equipos va de BsF 1.500 a BsF 5.000.
Además de esto, y aprovechándose de que en el país no hay una cultura de bloqueos telefónicos, existen sitios en Petare donde jóvenes se especializan en dejar libre un celular de última generación para que sirva en cualquier operadora.
María Isoliett Iglesias
El Universal