El presidente venezolano, Hugo Chávez, aumentó la compra de armas desde Rusia, profundizó los lazos con Teherán y reanudó su fiera retórica contra Estados Unidos tras una moderación inicial, luego de la investidura del presidente Barack Obama en el 2009.
El año pasado, Chávez calificó un acuerdo de defensa entre Washington y Colombia como parte de un plan de invasión y acusó a aviones militares estadounidenses de realizar provocativas incursiones ilegales en el espacio aéreo venezolano.
Washington niega esas acusaciones.
Gates, quien esta semana visitará Colombia, vecino de Venezuela, además de Perú, dijo que pensaba que gran parte de la profundización de las relaciones entre Caracas e Irán podrían reducirse a un teatro político de ambas partes.
“Ambos países tienen serios problemas internos. Ambos tienen serios problemas económicos, ambos tienen enormes tasas de desempleo”, dijo Gates a la prensa.
“En cierto grado, pienso que hay un intento de distraer a sus propias poblaciones de las dificultades que tienen (…) intentando darse aires en el escenario mundial”, indicó.
El funcionario agregó que “ciertamente no veo a Venezuela en este momento como un desafío o amenaza militar”.
Washington acusa al Gobierno de Chávez de apoyar a los rebeldes de las FARC en Colombia. El Comando Sur del Ejército estadounidense dijo el mes pasado que el Gobierno socialista venezolano era una “fuerza desestabilizadora” en Latinoamérica.
Gates dijo que no veía ninguna evidencia sustancial de que Irán tuviera algún “poder o poderes terroristas” en Latinoamérica y pareció desestimar cualquier amenaza del alcance de Irán, que se extiende a otras partes de Latinoamérica como Bolivia, Ecuador y Nicaragua.
El presidente de Brasil planea visitar Teherán en mayo y se ha resistido a los llamados estadounidenses para apoyar sanciones contra Irán por su programa nuclear.
¿DESCUIDO DE LATINOAMERICA?
Estados Unidos ha sido acusado de no prestarle suficiente atención a América Latina debido a las prioridades políticas en Irak y Afganistán, aún cuando Teherán se abre camino con los líderes izquierdistas de la región, y con Rusia y China incrementando el comercio en la zona.
Consultado sobre los motivos de Venezuela en su más reciente acuerdo comercial de armas con Rusia, que Moscú dijo que podría llegar a 5.000 millones de dólares, Gates señaló que Moscú le había dado a Caracas “muy buenos términos”, pero sostuvo que el dinero podría ser gastado de otra forma.
“Me imagino que Venezuela podría gastar mucho mejor el dinero atendiendo a su propio pueblo“, dijo.
Gates, cuya primera parada en Sudamérica será en Perú, elogió a este gobierno por mostrarse contrario a las acusaciones de Chávez sobre las acciones de Estados Unidos en la región.
“Perú ha sido una influencia constructiva en América del Sur para tratar de contrarrestar la propaganda y otras cosas de Venezuela, y para intentar representar lo que estamos tratando de hacer de forma franca”, dijo.