“Venezuela da una visión turbia, a lo lejos, porque no puedo hablar con la autoridad de ver los partidos de cerca, pero viéndolo desde lejos, veo una idea turbia, en el sentido que lo más importante que uno tiene que conseguir, que es el equilibrio, no está”, dijo al programa de Triple play con camiseta 10 de Unión Radio Deportes.
Páez alabó la “verticalidad” que muestra la selección venezolana al mando de Farías, pero consideró que el juego de “llegada muy directa” y el “pelotazo” no sirven para el biotipo de jugador venezolano, que se sintió enamorado de la “irreverencia” de su era.
“No tiene equilibrio el equipo venezolano, está muy lanzado hacia el ataque, con ideas si muy verticales, de llegada muy directa, con pelotazos largos, y eso es bueno para el fútbol europeo, pero para el fútbol latino no sé. Lo veo bien en el paraguayo, que cabecea muy bien en el área, que va bien en ese contacto uno contra uno en el área, pero para el futbolista venezolano, que ya se había acostumbrado a esa idea (de irreverencia) no creo. El jugador venezolano se sintio enamorado de esa propuesta, cuando uno habla de la identidad del jugador venezolano habla de irreverencia. Yo creo que esa es la palabra que identifica al jugador venezolano de la actualidad”, añadió.
Y añadió: “esa es la identidad que nosotros le dejamos al deporte venezolano (la irreverencia), porque ahora hasta los beisbolistas hablan de ser vinotintos. La gente tiene que comprtender, y el primero que tiene que comprender eso es César Farías, César Farías tiene que comprender lo que significa la ‘Vinotinto’ (…). Nosotros estamos muy limitados en estructura, tenemos una liga que no es competitiva, por lo menos comparado con el fútbol sudamericano (…), si no tenemos base, si no tenemos solidez estructural, se supera con irreverencia (…). Eso es lo que me preocupa, y eso se consigue con trabajo, no comparándose con nadie, no comparándose con Richard Páez”.