Reubicación de buhoneros con más deudas que logros

     No importa si son de la avenida Baralt, San Martín, Capitolio, plaza Diego Ibarra, plaza Caracas, Sabana Grande, Catia, La Hoyada o de la avenida Sucre. Todos los buhoneros tienen la misma queja: la promesa de una reubicación digna jamás se cumplió.

Algunos todavía esperan ver sus puestos en algún edificio que serviría de centro comercial, otros sí llegaron a ser trasladados a un mercado, pero aseguran que los proyectos no fueron terminados.

De acuerdo a Silfredo Zambrano, autoridad única para la economía informal durante la gestión del alcalde Freddy Bernal, se lograron reubicar 18.600 buhoneros. Obtuvieron una ubicación temporal los vendedores de la avenida Sucre, México, Fuerzas Armadas, bulevar de Sabana Grande, plaza La Candelaria y la avenida Urdaneta. Pero alrededor de entre 14 y 15 mi informales faltaron por sacar de las calles.

Lo provisional resultó eterno

En Sabana Grande, los informales que sirvieron como modelo para convencer a otros comerciantes de levantarse de las calles, ahora son el ejemplo más representativo de la espera interminable que han aguantado.

«En 2007 nos dijeron que en 18 meses estaríamos disfrutando puestos en el Centro de Economía Popular Incimar, pero ya vamos para tres años aguardando la entrega del edificio. Ahora nos dicen que falta ejecutar varias reparaciones, pero estamos planteando hacerlas nosotros mismos», expresó Alida Nieves.

En Bellas Artes, se encuentra otro de los mercados provisionales donde se habilitó un espacio para que buhoneros de esta misma zona y de Candelaria continuaran trabajando mientras se terminaba un edificio en la esquina de Platanal.

«Aquí estaremos mientras nos llevan al otro edificio, pero acá las ventas no son buenas y tenemos problemas con los desagües», dijo Rosa Martínez.

El Centro de Economía Popular de San Martín alberga 250 locales pero algunos de los que ocupan estos puestos han abandonado el lugar por no vender.

Mientras que en el Mercado de San Jacinto, frente a la plaza El Venezolano, los vendedores denunciaron que nunca se empezó la construcción de una estructura para su ubicación definit+iva y además la Integral de Mercados y Almacenes (Inmerca) les está imponiendio un nuevo contrato. «Quieren acabar con el comodato de 20 años que acordamos con la gestión de Freddy Bernal y que sea una concesión donde todo el poder lo tiene el Gobierno», dijo Maribel Da Silva.

Continúan esperando

A cerca de 320 buhoneros de Capitolio se les prometió en 2008 un puesto en el edificio de la esquina La Bolsa, frente a la Asamblea Nacional. Sin embargo, siguen esperando el término de la obra. «No vemos ningún avance. Hemos acudido a la Alcaldía de Libertador, Fiscalía, Presidencia, Vicepresidencia, Defensoría del Pueblo y ninguno da respuesta sobre la situación del mercado», dijo Janeth Rondón.

Los vendedores de víveres de la avenida Sucre también se quejan por terminarse el proyecto de Coopercentro. «No tenemos baños ni techo ni luz. Ahora Inmerca nos amenaza con el cierre de los puestos», denunció José Hernández.

Luego de cuatro años, los informales no pierden la esperanza de ver los logros del plan de ordenamiento urbano diseñado para Libertador.