Al cierre del tercer trimestre de este año las reservas líquidas ascienden a 9 mil 802 millones de dólares, una magnitud que se traduce en un descenso de 42% respecto al mismo lapso de 2009 y de 65% versus el mismo período de 2008.
Incluso el monto de las reservas líquidas es el más bajo para un tercer trimestre desde 2002, año en que una severa crisis política desinfló la producción de Pdvsa, la empresa que a través de las exportaciones de petróleo provee 95 de cada 100 dólares que entran al país.
Entre las causas que explican el descenso de las reservas líquidas, a pesar de que el precio del barril venezolano se mantiene en un promedio de 72 dólares en lo que va de año, se encuentra el traspaso de divisas al Fonden, un fondo que maneja directamente el Ejecutivo para realizar inversiones.
A lo anterior se añade que el deterioro en el ambiente de negocios se ha traducido en la caída de la producción interna y en una creciente dependencia en las importaciones, mientras que la elevada inflación alienta a las empresas y a las personas a protegerse a través de la compra de divisas.
Otro factor a tomar en cuenta es que analistas insisten en que la producción de Pdvsa no es la que señala el Gobierno y por tanto, el ingreso de petrodólares es menor.
Angel García Banchs, director de Econométrica, considera que «la reducción de la porción en divisas del las reservas demuestra claramente la escasez de dólares, pero desde mi punto de vista la mejor forma de ver este problema es a través de las reservas totales que, de acuerdo con un estudio que realizamos recientemente, solo representan 4,40 meses de la demanda total de divisas, un mínimo histórico».
Si el Gobierno necesita incrementar velozmente las reservas líquidas podría utilizar los Derechos Especiales de Giro (DEG), un tipo de divisa que emite el Fondo Monetario Internacional convertibles inmediatamente en dólares.
En el tercer trimestre de 2009 Venezuela recibió del FMI el equivalente a 3 mil 484 millones de dólares en DEG, como parte de las medidas que tomó el Fondo Monetario para incrementar la liquidez en todos los países a fin de combatir la crisis financiera global.
Angel García Banchs estima que el desajuste es más profundo y por tanto Econométrica espera que la administración de Hugo Chávez devalúe la moneda en 2011 elevando el tipo de cambio de 4,30 bolívares por dólar hasta 5,50.
Además de desestimular la demanda de divisas, con lo que las reservas del BCV aumentarían rápidamente, el incremento del tipo de cambio permitiría que el Gobierno reciba más bolívares por los petrodólares, solventando así los problemas de caja.
En la otra acera, la devaluación aumentaría el costo de las importaciones debilitando la capacidad de consumo y retrasando la recuperación de la economía que acumula seis trimestres consecutivos de caída.
Para 2011 el Gobierno contempla que la economía crezca modestamente en 2%.