Relaciones colombo-venezolanas dependen de sintonía entre Santos y Chávez

El presidente Hugo Chávez aseguró que «por dignidad» decidió romper completamente las relaciones con el gobierno de Colombia, luego de las denuncias que presentó el gobierno colombiano ante la OEA, desde ya hace una semana.

«Los únicos ganadores» con el distanciamiento «son Brasil y Argentina como futuros abastecedores» de Venezuela, que «pierde un proveedor barato y confiable, mientras Colombia también pierde un comprador seguro», afirmó José Guerra, profesor en la estatal Universidad Central de Venezuela (UCV).

Guerra señala que la prolongada crisis bilateral, agravada en los últimos días con la ruptura de las relaciones, «perjudica a ambas naciones».

No obstante, para el economista, y dadas sus implicaciones comerciales, este nuevo episodio crítico entre Colombia y Venezuela va hacia la «distensión», ya que se trata de «una frontera muy viva» y «hay mucha gente involucrada ya para solucionar el conflicto».

Por su parte, el analista político venezolano Carlos Romero subrayó a Efe que aunque «no va a ser fácil para (el presidente electo Juan Manuel) Santos recomponer las relaciones con Venezuela», la «cautela» que ha mostrado puede facilitar la solución.

Romero vaticinó que es posible que Santos cree, tras su toma de posesión el próximo 7 de agosto, una «comisión especial» para el seguimiento de las relaciones colombo-venezolanas que le permita «ganar tiempo» para reconducir la situación dado su perfil «pragmático».

Agregó, además, la necesidad de enmarcar «la ofensiva regional» de la diplomacia venezolana en clave «continental», en especial a la luz de la actual gira suramericana del canciller Nicolás Maduro, previa a la reunión especial de la Unasur que se celebrará mañana en Quito.

A pedido de Venezuela, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) convocó para mañana en Ecuador, que ejerce la presidencia temporal del organismo, una reunión extraordinaria de cancilleres para tratar la crisis colombo-venezolana.

La ruptura, al igual que la congelación ordenada por Chávez el 28 de julio de 2009, está motivada por denuncias colombianas sobre presuntos vínculos del Gobierno venezolano con las guerrillas de Colombia, que incluirían su refugio en Venezuela.

Venezuela, que ha dicho que propondrá en la reunión de la Unasur «un plan de paz para Colombia», busca con la gira regional emprendida por Maduro el lunes «convertir lo que surgió como un conflicto bilateral en un tema regional», afirmó Romero.

Algo en lo que coincide Aristóbulo Izturis, dirigente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y ex ministro de Chávez.

El actual «no es un conflicto entre Colombia y Venezuela» solamente, sino «un conflicto marcado entre las luchas de clases y las oligarquías del mundo, afirmó Izturis, para quien Colombia es un instrumento del «imperio yanqui» que quiere convertir a ese país en «un Israel de Suramérica».

Según Romero, este nuevo episodio de tensión bilateral ha sido «aprovechado por el oficialismo venezolano para vender una nueva ola de nacionalismo» pero que, a su juicio, no va a «alcanzar» para tener una importancia decisiva de cara a las próximas elecciones parlamentarias venezolanas del 26 de septiembre.

Para Romero, sólo las regiones fronterizas de Táchira y Zulia «cuyas economías dependen en gran medida del comercio con Colombia», pueden verse influenciadas de cara a los comicios de septiembre.

El líder de la patronal Fedecámaras en el estado fronterizo de Táchira, José Rozo, expresó a Efe su «preocupación» por la «grave» situación del comercio bilateral, que en el último año ha visto perder 75.000 empleos: 25.000 en esa región venezolana y 50.000 en la colombiana Norte de Santander, según explicó.

El gran perjudicado de este año de tiras y aflojas ha sido el comercio bilateral que ha visto una caída del intercambio de más del «70 por ciento» en 2009 respecto a 2008, según cifras de la Cámara de Comercio Colombo-Venezolana (Cavecol).