El gobierno británico subió a partir de hoy el impuesto al valor agregado (IVA) del 17,5 al 20 por ciento, como una medida más para hacer frente al fuerte déficit fiscal.
Con ello, el Reino Unido espera ingresar al año unos 13.000 millones de libras esterlinas (20.000 millones de dólares/15.200 millones de euros) adicionales. Los alimentos, la ropa infantil y los libros estarán exentos del gravamen, además de productos como asientos para niños en coches o la electricidad para consumidores privados.
La subida del IVA es un “instrumento poderoso” para reducir el déficit fiscal, señaló el canciller del Tesoro británico, George Osborne. El déficit presupuestario británico fue de unos 150.000 millones de libras en 2010.
La oposición criticó la medida como el “impuesto inadecuado en el momento inadecuado”. La “bomba” fiscal, señaló el líder de los laboristas, Ed Miliband, significará para las familias gastos adicionales de 400 libras al año.
También los comerciantes criticaron la subida del IVA, que podría hacer retroceder la demanda, indicaron.
La asociación de cervecerías y pubs británica apuntó a que el precio de la pinta de cerveza podría superar la marca de las tres libras con un incremento de seis peniques debido a la medida. También los vendedores de vehículos hablaron de un posible retroceso en la venta de automóviles.
La subida del IVA es la segunda en el plazo de un año. El anterior canciller del Tesoro, el laborista Alistair Darling, bajó el IVA al 15 por ciento durante 13 meses en medio de la recesión, pero lo subió al 17,5 por ciento en enero de 2010.