En teoría, el acuerdo no implica sexo. ¿Es esto prostitución? “Los que piensan así son unos cerrados de mente e ignorantes porque estas son las relaciones reales de hoy en día”, asegura Roberta a El Confidencial.
Roberta es una sugar baby de 21 años que gana 5.000 libras al mes (6.000 euros) por pasar tiempo con su “sugar daddies”, “mentor” o “benefactor”, lo que ayuda a pagar sus estudios en la universidad, que han aumentado de 3.200 a 9.000 libras.
La web www.seekingarrangement.com, plataforma donde se hacen las citas, ha registrado un incremento del 54% de sus miembros. Las británicas representan ya el 42% del total de las mujeres registradas en todo el mundo.
El portal fue creado en 2006 en Estados Unidos y cuenta con 2,7 millones de miembros en todo el mundo. Su fundador es Brandon Wade. El empresario de 43 años, nacido en Singapur, previamente había trabajado en Microsoft y su objetivo en la vida -ya cumplido- siempre fue ser billonario.
El empresario detalla que la web surgió de su propia “frustración” a la hora de conocer mujeres por Internet. “Quería crear un sitio donde pudiera conocer mujeres hermosas, de mente abierta. Tan simple como eso”.
El impacto de esta tendencia ha llegado a importantes universidades, como Cambridge, que cuenta con 166 sugar babies. Mientras que Bristol, se corona como la ciudad europea con mayor número de clientes per cápita (5,65 sugar daddies o mentores por cada 1.000 hombres adultos).
Cuestión de gustos
Roberta, que vive en Manchester y estudia Historia, se registró en la web por el consejo de una amiga y cuenta que en su última cita, el sugar daddies trató de tener relaciones sexuales con ella.
“¿Qué hombre no quiere sexo?”, sugiere. Sin embargo, asegura que no pasó nada y que mientras sus “mentores” sigan pagando, no tiene inconveniente en seguir ingresando sus 5.000 libras al mes.
“Creo que es casi un signo de estatus ser vista con alguien que claramente ha hecho algo en la vida”, afirma
Por otra parte. Brittney, la estudiante de Moda de 20 años se defiende de los comentarios negativos. “No soy una prostituta porque no tengo sexo con ellos a menos que sea algo que realmente quiera. Pero de momento no he mantenido relaciones sexuales con ninguno”.