Un hombre falleció en Brisbane después de ser arrastrado hacia un drenaje de lluvia por las aguas fangosas, dijo la primera ministra de Queensland, Anna Bligh, informó AP.
Miles de casas fueron anegadas, y las autoridades les dijeron a los residentes que pasarán algunos días antes que muchos de ellos puedan volver a sus viviendas. A otros les informaron que sus casas habían quedado inhabitables.
En una buena noticia en medio del sombrío panorama, la crecida del Río Brisbane estaba a un metro de altura menor de pronosticado, a una profundidad por debajo del nivel de las inundaciones de 1974 que arrasaron la ciudad. Las aguas del río habían comenzado a decrecer el jueves por la tarde, aunque se prevé que iban a permanecer altas por varios días.
El nivel de las inundaciones había llegado hasta lo alto de los techos de las casas, había bloqueado carreteras y paralizado los servicios de energía, en medio de la devastación de completos vecindario. El alcalde Campbell Newman dijo que 11.900 viviendas y 2.500 negocios han quedado completamente inundados, mientras que otras 14.700 casas y 2.500 negocios están parcialmente anegados.
«Queensland está tambaleante esta mañana del peor desastre natural de nuestra historia y posiblemente de la historia de nuestra nación», manifestó Bligh a los periodistas. «Hemos visto a tres cuartos de nuestro estado afectado por la devastación de las violentas inundaciones y ahora enfrentamos la tarde de una reconstrucción de proporciones de postguerra».
Las inundaciones, que han dejado un balance de 25 muertos desde fines de noviembre, han sumergido docenas de pueblos, algunos en tres ocasiones, y han dejado anegada un área del tamaño de Francia y Alemania combinadas. Las autopistas y vías ferroviarias han sido destruidas en el desastre, que ha llegado a ser la más costosa de Australia, que inicialmente se calculaba en 5.000 millones de dólares.
Por los menos 61 personas siguen desaparecidas, y es probable que el total de muerte vaya en ascenso. Muchos de los desaparecidos son del área de las inmediaciones de Toowoomba, ciudad al oeste de Brisbane que ha sido escenario de varios torrentes de agua que barrieron vehículos, señales de caminos y personas. Catorce murieron sólo en ese torrente de agua, y posteriormente la policía halló dos cadáveres en esa zona el jueves. El comisionado de policía, Ian Stewart, advirtió que el número de víctimas podría aumentar conforme las cuadrillas de rescate llegaban el jueves a áreas más devastadas.
Casi 115.000 viviendas quedaron el jueves sin electricidad en todo Queensland debido a que la electricidad tuvo que ser apagada a fin de evitar electrocuciones y daños a los sistemas eléctricos