«En caso de que haya algún tipo de protocolo de negociación con Fariñas y se le pueda salvar la vida creo que puede ser muy favorable, tanto para el Gobierno cubano como para la gestión diplomática de España».
Durante la presidencia semestral española de la UE (que concluyó la semana pasada), elministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, trató de modificar la relación de los 27 con Cuba, pero el rechazo de varios países de la UE a flexibilizar el actual marco de relación bilateral impidió el acuerdo.
El caso Fariñas «puede ser un suceso catalizador de una liberación más considerable de otros presos políticos» o por el contrario «paralizar el proceso negociador actual«, apuntó Rojas.
El historiador cubano ofrecía una conferencia en A Coruña (noroeste de España) dentro del congreso de Historia organizado por la Fundación Juana de Vega para analizar el bicentenario de las independencias latinoamericanas.
Guillermo Fariñas, periodista independiente y psicólogo de 48 años, comenzó su huelga el 24 de febrero tras la muerte del preso Orlando Zapata para pedir al Gobierno de Raúl Castro laliberación de 26 opositores presos enfermos.
Fariñas dijo que abandonará su protesta si son excarcelados los opositores presos más enfermos -entre 10 y 12- y si el Ejecutivo se compromete a organizar «un calendario» para el resto.
Esta situación se encuadra en un escenario internacional marcado por la «insatisfacción creciente» al «no ver realizadas las expectativas» generadas tras la sucesión de Fidel Castro por su hermano Raúl, afirmó Rojas, ganador del premio de ensayo Isabel Polanco en 2009.
«En el primer momento de la sucesión se generaron muchas expectativas de cambio» motivadas por un nuevo equipo gobernante que lanzaba mensajes de «cambios estructurales y de concepto» y por una comunidad internacional «deseosa de ver» este proceso de reformas en la isla, y que al final no se ha completado, concluyó.