Lo que ha conseguido Rafael Nadal en las pistas de tenis está fuera de toda duda. Uno de los mejores deportistas españoles de toda la historia, y el mejor tenista, sin discusión, sobre tierra batida, es un auténtico referente para millones de personas a nivel mundial.
Su palmarés será muy difícil que algún jugador lo repita en el medio o en el largo plazo. Especialmente, sobre la arcilla de Roland Garros, donde ha cosechado cotas inimaginables para cualquier mortal hace algunas décadas.
La marca de Nadal trasciende fronteras, y esto es un hecho que el manacorí ha sabido aprovechar más allá de su parcela tenística. El mallorquín tiene también una brillante carrera empresarial, según apunta la casa de apuestas deportivas Betway. Cuenta con diez empresas en varios sectores, y algunas de ellas se han convertido en referencia en sus respectivos mercados. Sus hoteles en el Caribe y algunos de los restaurantes en los que el balear tiene participación no solo se han consolidado en sus lugares de actuación, sino que es previsible que debido a estos buenos datos económicos y al buen nombre de Nadal a nivel global se exporte a muchas otras naciones del globo terráqueo.
El caso de deportista que da sus pasos para convertirse en un empresario de éxito no es exclusivo de Rafa Nadal. Muchos otros deportistas profesionales de primer orden a nivel mundial como Cristiano Ronaldo, Valentino Rossi o Serena Williams cuentan con esta doble actividad, también con resultados excelsos.
Este modelo de negocio, sin duda, es rentable para los deportistas de primer orden de cada disciplina. Con la ayuda de asesores y expertos, Nadal y otros muchos, han dado el paso de creaciones de empresas de todas las índoles. Proceden con inversiones, en muchos casos con cierto riesgo, que luego han resultado ser correctas. El ser figuras que idolatran millones de personas, ayuda a que estos proyectos lleguen a buen término y consolidarse, ya que cualquier acción que hagan estos deportistas tendrá una repercusión y notoriedad sin ninguna necesidad de realizar desembolsos publicitarios excesivos.