La poderosa Comisión Nacional de Defensa (CND) norcoreana también acusó a Estados Unidos de perturbar el funcionamiento de internet en los medios de comunicación de Corea del Norte.
El país sufrió apagones de internet esta semana, lo que provocó especulaciones sobre un ciberataque lanzado por las autoridades estadounidenses en respuesta a los ataques informáticos contra Sony Pictures -estudio cinematográfico responsable de la comedia “The Interview”-, que Washington atribuyó a Pyongyang.
La CND acusó a Obama de animar a las salas a proyectar este largometraje durante el día de Navidad. Sony había cancelado inicialmente su distribución después de que las principales cadenas de cine de Estados Unidos se negaran a programarla, tras las amenazas lanzadas por los piratas informáticos contra los espectadores.
“Obama con la cara de un mono que habita en las selvas tropicales es indiscreto siempre en palabras y acciones”, aseguró el portavoz del Departamento de Política de la CND, en un comunicado publicado por la agencia oficial norcoreana KCNA.
“Si [Estados Unidos] sigue recurriendo a la arrogancia, el despotismo y las arbitrariedades al estilo norteamericano, la política en decadencia de su propio país sufrirá el golpe demoledor irreparable“, dijo el portavoz.
El responsable norcoreano acusó a Washington de responsabilizar a Corea del Norte del ataque a Sony “sin tener pruebas” y reiteró la condena de Pyongyang a esta comedia, que calificó de “un medio de agitación terrorista producido bajo la participación de los politiqueros de alto rango de la administración norteamericana”.
Hace un mes, los estudios cinematográficos Sony sufrieron un ataque informático masivo que el FBI (policía federal estadounidense) atribuyó después de una investigación a Corea del Norte.
Pyongyang, que se había opuesto radicalmente a la salida de “The Interview”, una comedia sobre una conspiración ficticia de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) para asesinar al líder norcoreano Kim Jong-Un, desmintió haber lanzado dicho ataque.
Ante ese acto de piratería, y sobre todo debido a las amenazas que lo acompañaron, pues los ciberpiratas amenazaron atacar a los espectadores que fueran a los cines para ver ese filme, Sony anuló inicialmente su estreno, previsto el 25 de diciembre.
Obama lamentó esa decisión y reiteró en varias oportunidades que Sony no debería haber cedido a las amenazas.
Finalmente, Sony decidió sacar la película en unas 300 salas en Estados Unidos el día de Navidad, tal como había sido previsto inicialmente, y en internet a partir del 24 de diciembre.
Esta película, que había sido mal recibida por los críticos, ganó un millón de dólares el día de su estreno, pues este caso la convirtió en un símbolo de la libertad de expresión.
También fue descargado ilegalmente en más de 750.000 oportunidades.
Al mismo tiempo, Corea del Norte se vio privada de conexión internet el lunes durante nueve horas, y de nuevo brevemente el martes, en lo que algunos consideraron como un acto de represalia norteamericana a la piratería.