Los siete jefes de Estado o de gobierno condicionaron la duración de las sanciones contra Rusia a la «puesta en marcha integral de los acuerdos de Minsk» de febrero para el alto el fuego en Ucrania y al «respeto de la soberanía» de Kiev.
Milán, Italia. – El presidente ruso Vladimir Putin intentará romper su aislamiento diplomático durante una breve visita este miércoles a Italia y al Vaticano para reunirse con el jefe de gobierno italiano, Matteo Renzi, y el papa Francisco.
Putin llega a la península italiana apenas dos días después de las nuevas amenazas de sanciones reforzadas por parte de los países del G7, que acusan a Rusia de apoyar y armar a los rebeldes prorrusos del este de Ucrania, informó AFP.
Su visita se desarrollará en tres partes: primero se reunirá con Renzi en Milán y luego se desplazará a Roma para entrevistarse con el presidente italiano Sergio Mattarella y el papa Francisco.
Por la mañana, se celebrará el «día nacional de Rusia» en la Exposición Universal de Milán, con una visita a los pabellones ruso e italiano junto a Matteo Renzi. A continuación, se reunirán y ofrecerán una rueda de prensa.
No han trascendido detalles sobre los temas que tratarán el mandatario ruso y el jefe de gobierno italiano.
Italia es uno de los países firmantes del comunicado publicado el lunes en el que los países del G7 aseguraron estar «dispuestos a tomar medidas restrictivas adicionales para que Rusia sufra más consecuencias si sus acciones lo hacen necesario».
Los siete jefes de Estado o de gobierno condicionaron la duración de las sanciones contra Rusia a la «puesta en marcha integral de los acuerdos de Minsk» de febrero para el alto el fuego en Ucrania y al «respeto de la soberanía» de Kiev.
En su audiencia con el pontífice, Putin conversará sobre la situación en Ucrania y en Oriente Medio, según fuentes próximas a la Santa Sede.
En Ucrania, los rebeldes separatistas prorrusos son en su mayoría ortodoxos obedientes al patriarcado de Moscú. Por su lado, las fuerzas leales a Kiev tienen entre sus filas a ortodoxos y a fieles greco-católicos bajo la autoridad de Roma.
El Vaticano ha mantenido una actitud muy prudente en este conflicto, que le ha valido aceradas críticas de los católicos en Kiev por no haber condenado de forma abierta la política rusa en Ucrania.
El Vaticano mantiene hace décadas un diálogo con el patriarcado ruso, que considera de una importancia capital.
El acercamiento entre las dos iglesias ha sido tal que se llegó a plantear una visita del papa Francisco a Moscú.