Provita reactiva viveros comunitarios para su Plan de Restauración del Bosque Seco en la isla de Margarita
Esta actividad es uno de los componentes del Programa de Conservación de la Cotorra Margariteña que lleva adelante la ONG ambientalista desde hace tres décadas. El objetivo de la restauración ecológica es restablecer las condiciones naturales y originales del ecosistema que sirve de hábitat a esta ave amenazada y otras especies autóctonas.
Prensa Provita Nueva Esparta. (CNP: 21.465).- Provita anunció la reactivación de siete viveros comunitarios ubicados en la península de Macanao (este de la isla de Margarita, Nueva Esparta), en los que crecerán las 3.000 plantas que serán destinadas a la restauración ecológica de matorrales y del bosque seco de esa región que es hogar de la cotorra margariteña (Amazona barbadensis) y de otras especies endémicas.
El objetivo, que Provita prevé cumplir junto a los viveristas comunitarios, es propagar 3 mil plantas de ocho especies nativas del bosque seco de Macanao, incluyendo 500 guayacanes, para ser llevadas hasta las parcelas identificadas para la restauración.
Luis Guevara, biólogo y analista de restauración del Programa de Conservación de la Cotorra Margariteña, manifestó que ya se realizó un importante trabajo de identificación, selección y tratamiento de semillas, así como del sustrato que se usará para el crecimiento de las plantas.
“No se trata sólo de sembrar por sembrar”, dijo, al tiempo que destacó que se busca garantizar que esas plantas que se producen en los viveros “sean realmente útiles al bosque seco y a toda la diversidad que allí habita”.
Tras un minucioso y laborioso trabajo de identificación y selección de semillas, estas se almacenan en condiciones adecuadas para garantizar su vida.
“También trabajamos en la incorporación de micorrizas para aportar nutrientes. Hacemos la solarización del suelo que es el sustrato o la tierra con la que llenamos las bolsas e incorporamos las plántulas, una vez que germinen las semillas”, explicó.
Por su parte, José Manuel Briceño, subdirector para Nueva Esparta de Provita, destacó el esfuerzo de cada uno de los viveristas y sus familias por el mantenimiento y acondicionamiento de cada uno de los viveros.
“Lo más hermoso de este trabajo es que nos permite alimentarnos de la experiencia de las comunidades y las vivencias de quienes nos acompañan en esta tarea. Nosotros como ONG acompañamos a las comunidades quienes en definitiva son los verdaderos protagonistas de los resultados que hoy podemos mostrar”, dijo Briceño.
Briceño explicó que el equipo de Provita y los encargados de los viveros comunitarios se han adaptado a las restricciones sanitarias para protegerse de la Covid-19 y garantizar la continuidad de la iniciativa.
Desde 1989 el Programa de Conservación de la Cotorra Margariteña se desarrolla en los terrenos del Hato San Francisco-Arenera La Chica en la península de Macanao.