Ni cubitos, ni café, ni té, ni chucherías varias. Nada de chocolate, refrescos o bebidas envasadas. Cero salchichas y enlatados. Sin frituras y mucho menos reusar el aceite para preparar otros alimentos.
Con un nuevo “régimen alimenticio” funcionarán, desde este mes, las cantinas escolares, servicios que el 4 de septiembre recibieron, oficialmente, la indicación expresa de solo vender alimentos sanos a menores de 18 años.
Como guía, según se lee en la resolución, seguirán las recomendaciones que ha establecido el Instituto Nacional de Nutrición (INN).
A simple vista, por el desconocimiento, más de uno pensó ¿y ahora qué comerán los muchachos?
“Hay otras opciones. Pueden ser arepitas horneadas”, señala Marleny Sánchez, nutricionista, al dar un ejemplo sobre una de las formas para preparar los alimentos; también se harían asados o sancochados.
Las prohibiciones buscan reducir riesgos para la salud de los alumnos y evitar su acceso a productos con excesos de sal, azúcar, frituras o químicos.
Los refrescos, bebidas de sobre o envasadas tienen, según la nutricionista, un “alto contenido en sodio y de sustancias tóxicas”.
En el caso del uso del aceite, Sánchez advierte sobre el reusarlo: “Porque al reutilizarlo varias veces, se produce un componente que es cancerígeno”.
Algunos aprueban la decisión como Cerma Alvarado, usuaria del Facebook del diario. “Muy bien la medida, hay que evitar desde muy temprano, las enfermedades cardiovasculares”.
Otras madres solicitan vigilancia para evitar prácticas no saludables, como ejemplifica, María Ávila, otra usuaria de la web. “También deberían de prohibir las donas, los ‘tang’ porque compran un kilo de naranja y le agregan 10 sobres o igual lo hacen con la parchita que queda súper ácida”.
La nutricionista recomienda a encargados de las cantinas, ofrecer los jugos naturales u otras opciones como el fororo y la avena, aunque aclara “que lo preparen al momento, porque los envasados pierden los nutrientes y, además, contienen sustancias para mantenerlos dentro de los recipientes.
La medida tiene un objetivo más allá de las prohibiciones, considera María de Queipo, autoridad única en educación. “La cantina se convierte en un medio para promover la educación, en este caso, la que tiene que ver con la sana alimentación”.
Pero Venancio Torres, usuario web, tiene dudas. “Prohibir no sirve de nada. Tienen que enseñarles a los a niños a comer sano, y abastecer a los colegios de comida sana y barata”.
“Lo que vemos es que a los muchachos les gusta eso: las frituras. Nosotros no vendemos refrescos, ahora dicen que tampoco se puede con el té. Nos han dicho que los pastelitos, que se hacen horneados quedan bien, en ese caso, tendríamos que buscar un horno industrial porque con el de la cocina que tenemos no podremos cubrir la demanda”, evalúa, el encargado de la cantina en un plantel de Lagunillas, que tiene 1.700 alumnos.
“Sería bueno que nos llamen a todos y nos den una cátedra sobre los que podemos vender y cómo hacerlo. Y lo otro, hay que ver quién nos garantiza que encontremos los insumos para preparar los alimentos”, refiere el encargado.
La nutricionista Marleny Sánchez señala que el INN tiene activo el programa “La Salud va a la Escuela “donde se va a adiestrar a los maestros como a los encargados de las cantinas, se les va a brindar talleres acerca de la alimentación en edad preescolar y escolar para que ellos tomen las medidas”.
fuente.panorama
