Esto ha provocado que lo poco que se produce se destine exclusivamente para las granjas dependientes del grupo Super S y se haya suspendido el suministro a otras empresas que también se dedican a la cría y venta de carne de cerdo, pollos beneficiados y subproductos como mortadela y jamón.
En noviembre todo cambió. Con la emisión de la resolución del Ministerio de Alimentación, que establece que la Corporación de Abastecimientos y Servicios Agrícolas (CASA) comenzó a ser el único ente autorizado para la importación de materia prima elemental para el procesamiento de alimentos procesados para animales, inició una disminución considerable en la producción de 61,54%.
El Estado ahora controla la adquisición de insumos importados y las consecuencias han sido negativas. En el grupo Super S, que cubre 60% del mercado de alimentos para pollos, cerdos, ganado vacuno y mascotas las líneas de fabricación trabajan menos. Pasaron de elaborar mil 300 kilos diarios a solo 500, según informó el presidente del sindicato de la planta, Sergio López.
Los inventarios de soya están en cero. No les llega desde finales de noviembre cuando arribó un cargamento de 20 toneladas del último pedido que realizó directamente la empresa. De maíz amarillo queda para la producción de ocho días. Solo eso. Se desconoce la fecha de suministro de materia prima porque “ahora todo es distinto. Desde que CASA controla la importación han surgido mil y un problemas. Antes todo se resolvía rápido”.
En promedio, cuando la adquisición de insumos aún la manejaba la firma, legaban a diario 30 gandolas cargadas de insumos, ahora solo son recibidas ocho.
Fuente: El Carabobeño