El Mandatario es recibido en el Aeropuerto Internacional El Alto por la Fuerza Armada de la nación, la Policía Boliviana, representantes del Gobierno y el pueblo que se dirigió al lugar para manifestarle su respaldo.
El mandatario llegó al aeropuerto de la ciudad andina de El Alto, vecina de La Paz, en su avión presidencial casi 17 horas después de partir desde Viena, donde aterrizó el martes de emergencia.
El gobierno boliviano culpó a los Estados Unidos de haber presionado a las cuatro naciones europeas a impedir el libre tránsito aéreo por razones políticas y negó que la nave gubernamental haya traído a Snowden a Bolivia.
Las naciones europeas, luego de gestiones bolivianas, autorizaron nuevamente que el avión de Morales empleara su espacio aéreo para retornar a su país.
El gobernante izquierdista utilizó los aeropuertos de Gran Canaria en España y de la ciudad de Fortaleza, en el noreste de Brasil, para realizar escalas técnicas en su periplo hasta la ciudad de La Paz.
Morales abrió el martes en Moscú, donde realizó actividades oficiales, la posibilidad de analizar un eventual pedido de asilo del exfuncionario de una empresa subcontratista de la Agencia Nacional de Seguridad, quien -según WikiLeaks- solicitó a 21 países ese beneficio diplomático, entre ellos a Bolivia.
El jefe de Estado fue recibido en la terminal aérea por el vicepresidente Alvaro García, sus ministros, los altos mandos de las Fuerzas Armadas y la Policía, parlamentarios oficialistas y decenas de representantes de organizaciones civiles, como sindicatos de obreros, campesinos y vecinales.
La administración del país sudamericano dijo que el jefe de Estado estuvo de «rehén» en territorio europeo y anunció que demandará a todas las naciones que impidieron el uso de su espacio aéreo al avión presidencial ante instancias de las Naciones Unidas por violación de convenios internacionales.
Dotado de tres motores a turbina con un empuje de 5.000 libras cada uno, la aeronave cuenta un inversor de empuje (reversa), además de un sistema hidráulico, con potencia para operar los controles de vuelo y el tren de aterrizaje.
Los frenos y el inversor de empuje tienen sistemas hidráulicos independientes. La aeronave ha sido implementada de un sistema de generación eléctrica con adición de baterías de seguridad que, en caso de colapso eventual del sistema primario, suministra energía durante 73 minutos de vuelo, lo que lo exime, incluso, de apoyo externo desde tierra.
La seguridad redoblada de la aeronave, que incluye un mecanismo de protección contra hielo y lluvia intensas, le permite aterrizar en escenarios cubiertos por neblina densa y en caso de incendio, incorpora 5 extintores inclusive en el compartimiento de equipaje.
El fabricante otorga una garantía de 10.000 horas de vuelo o el equivalente a 10 años de uso y otra de 5 años para piezas estructurales. El avión cuenta, de antemano, con los permisos para operar en cielos de Europa y Estados Unidos.
Con información del Sibci.