«Nuestra investigación muestra que el reloj que descuenta atrás el tiempo del envejecimiento comienza a correr, incluso antes de nacer y entrar en este mundo», señalan científicos.
Un equipo internacional de investigadores dirigido por científicos de la Universidad de Cambridge, Reino Unido, llegó a la conclusión de que el proceso de envejecimiento comienza antes de nacer. Los investigadores llevaron a cabo experimentos con ratas y encontraron que los roedores adultos nacidos de madres que no habían recibido suficiente oxígeno durante el embarazo, tenían telómeros más cortos. Los telómeros son los extremos de los cromosomas, que protegen el ADN de daños. Ellos se hacen más cortos a lo largo de la vida, y su longitud se considera un marcador del envejecimiento biológico. Los estudios fueron publicados en la revista científica ‘The FASEB Journal’.
Además, fue observado que dichos roedores tenían problemas con una capa interior de los vasos sanguíneos. Esto indica que su proceso de envejecimiento se aceleraba, siendo propensos a enfermedades cardiovasculares a una edad más temprana.
Se destaca, que al recibir las hembras embarazadas complementos antioxidantes, se bajaba el riesgo de que sus crías tuvieran enfermedades cardiovasculares. Lo mismo ocurrió con la camada que recibía suficiente oxígeno en el útero: los telómeros de estos roedores resultaron más largos que los de las crías cuyas madres no recibieron suplementos antioxidantes durante el embarazo.
«Nuestra investigación muestra que el reloj que descuenta atrás el tiempo del envejecimiento comienza a correr, incluso antes de nacer y entrar en este mundo, algo que puede sorprender a muchos», dice el profesor de la Universidad de Cambridge, Dino Giussani.